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Hezbolá paraliza Beirut

Seguidores del partido chií y de otros grupos de oposición bloquean los accesos a la capital libanesa aprovechando una jornada de huelga por los bajos salarios

La jornada de huelga general convocada contra el Gobierno de Líbano mantiene paralizada la capital, Beirut, donde los principales accesos están cortados por barricadas y neumáticos en llamas y el aeropuerto ha tenido que suspender el servicio. La huelga, convocada por sindicatos y grupos de oposición en protesta por los bajos salarios y el aumento de los precios, cuenta principalmente con el apoyo de Hezbolá, el partido chií que aglutina la oposición al Gabinete de Fuad Siniora. La tensión entre los partidarios y detractores del Gobierno ha degenerado en algunos enfrentamientos armados en una ciudad vacía y tomada por las fuerzas de seguridad.

Según ha informado la agencia Reuters, pistoleros rivales, de Hezbolá y antisirios partidarios del Gobierno, han intercambiado disparos en al menos tres distritos de la ciudad, Nueiri, Ras al Nabae Wata al Musaitbeh. Por el momento no se ha informado de víctimas.

Desde primera hora, los partidarios de Hezbolá han levantado barricadas y han quemado contenedores y neumáticos en las rutas principales para impedir el paso a Beirut. El resultado: la ciudad está vacía, parada y tomada por la seguridad. Una de las rutas cortadas es la que lleva al aeropuerto, que ha tenido que suspender su funcionamiento. El personal del aeródromo estaba igualmente llamado a la huelga. También se han destrozado coches y los soldados han tenido que intervenir en algún incidente. Dos de ellos han resultado heridos.

En realidad, la huelga está convocada por motivos económicos, aunque no sólo. Los sindicatos convocantes protestan por la carestía de los precios y por los bajos salarios. Entre otras cosas, piden un aumento del salario mínimo, fijado en 200 dólares mensuales (128 euros). El Gobierno ha ofrecido subirlo a 300, pero no ha sido suficiente.

La Confederación General de Trabajadores de Líbano, cercana a la oposición, tenía prevista una manifestación por varios puntos sensibles de la ciudad, pero los incidentes -quema de coches y contenedores y ataques a dos periodistas- la han forzado a suspenderla, aunque mantiene la huelga. El sindicato culpa al Gobierno por no haber cortado las calles para que pudiera desarrollarse la marcha, que debía salir de Barbir, para luego pasar por Corniche el Mazra, el barrio de Mar Elias y terminar delante del Banco central del Líbano (BLD) en el Hamra, todos ellos lugares conflictivos donde a menudo se registran choques entre partidarios de la oposición y de la mayoría.

Un país en crisis

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La huelga ha sido el pretexto para que Hezbolá dirija una nueva andanada contra el Gobierno antisirio de Siniora. El país atraviesa su peor crisis desde el final de la guerra civil en 1990: desde noviembre, cuando expiró el mandato de Emile Lahud, está sin presidente y las distintas minorías del país no se ponen de acuerdo en el relevo. La sesión parlamentaria para su elección ha sido suspendida 17 veces. Además, el Gobierno de Siniora, antisirio, está en minoría desde el verano pasado, cuando lo abandonaron seis ministros cercanos a Hezbolá (Partido de Dios).

Desde entonces, varios políticos antisirios han sido asesinados y se han convocado varias manifestaciones contra el Gobierno. El partido-guerrilla chií intenta atizar la inestabilidad, para que caiga el Gobierno. Por ello hoy ha hecho un llamamiento a sus seguidores para secundar la huelga. "Debe ser un grito contra la destrucción sistemática por el gobierno de la economía, de la sociedad y de los derechos de los ciudadanos", afirman los responsables del grupo chií.

Seguidores de Hezbolá cortaron las principales carreteras de acceso a la capitalVídeo: ATLAS

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