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Holanda enviará una nueva misión a Afganistán

La coalición de centro derecha ha prometido al Parlamento que solo adiestrará policías.- En 2010, el entonces Gobierno de centro izquierda cayó al perder el apoyo para prolongar la estancia de sus tropas en Uruzgan

Holanda ha decidido enviar una misión policial a Kunduz, norte de Afganistán, con el encargo de adiestrar a las fuerzas locales del orden. Para lograr el apoyo del Parlamento en este plan, la coalición de centro derecha en el poder se ha visto obligada a exigir a Kabul garantías sobre el carácter "civil" de la labor de los efectivos holandeses. Concretamente, los liberales de izquierda, cristianos calvinistas y "verdes", le han pedido al primer ministro, Mark Rutte, que se asegure de que los futuros policías afganos no combatirán a los guerrilleros talibanes. En otras palabras, que no serán utilizados por el Gobierno del presidente, Hamid Karzai, como una fuerza paramilitar contra la insurgencia. Según los sondeos, dos tercios de los holandeses son contrarios a la misión.

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La mayoría parlamentaria se ha logrado tras un tenso debate. Concluido de madrugada, su tono evocó el plenario dedicado hace un año al mismo problema. En 2010, sin embargo, la falta de consenso sobre la prolongación de la presencia del Ejército holandés en la provincia afgana de Uruzgan, derribó al Gabinete de centro izquierda . Jan Peter Balkenende, entonces primer ministro democristiano, abandonó después la política.

El pacto actual mantiene el compromiso holandés con la OTAN, que le había pedido que no abandonara Afganistán . También ha servido para que Gobierno y oposición empezaran a medir sus fuerzas. De un lado, Mark Rutte, recién estrenado como primer ministro liberal, ha hecho valer su autoridad. A pesar de gobernar en minoría con la democracia cristiana, no ha necesitado del apoyo de su aliado extraparlamentario, el partido anti Islam del líder populista de derecha Geert Wilders. Contrario a la misión afgana, "porque compromete la seguridad de Holanda", Wilders ha votado en contra del envío de policías. La socialdemocracia ha negado también su apoyo a Rutte.

El otro triunfo se lo han anotado los pequeños partidos del bando opositor. En un alarde de templanza, han conseguido "un contrato bilateral con Kabul para garantizar que los policías afganos no acaben como soldados", en palabras de Groen Links, (los verdes). Se prevé que los agentes holandeses permanezcan al menos 18 semanas en Afganistán.

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