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Hungría acepta corregir su ley sobre la prensa si Bruselas se lo exige

Budapest dice que la presidencia semestral de la UE se centrará en el empleo

Andreu Missé

La presidencia húngara de turno de la Unión Europea arranca seriamente lastrada por el debate sobre la polémica ley de prensa que entró en vigor el pasado día 1. La agenda europea ha quedado eclipsada por una cuestión tan sensible en Europa como el de la libertad de expresión. El primer ministro húngaro, Viktor Orban , rechazó ayer las críticas de Francia y Alemania sobre la polémica ley mordaza. "Desafío a cualquiera a encontrar algo en nuestra ley que no esté en las normas de otros Estados miembros", manifestó Orban con tono contundente durante una reunión con corresponsales europeos. El líder conservador, que dispone de una mayoría de dos tercios en el Parlamento, mostró, no obstante, su disposición a rectificar el tiro pero con condiciones al señalar que "si la UE inicia un procedimiento lo aceptaré". Y precisó que si el procedimiento muestra "que no tenemos razón, lo aceptaremos y corregiremos". "Formamos parte de grupo y son las reglas del juego", añadió. De todos modos, Orban reconoció que "había empezado con mal pie".

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Orban advirtió, no obstante, de que "el principio más importante de la UE es el de no discriminación", por lo que Hungría no aceptará un trato discriminatorio y solo modificará la ley si otros países con legislación similar lo hacen. "No puedo imaginar", dijo, "una situación en la que se diga que tal aspecto de la ley húngara debe cambiarse mientras que el mismo aspecto en otros países no tenga necesidad de ser cambiado". Orban aseguró no sentirse afectado por las críticas que le han comparado con Hitler, Mussolini o Putin, y se proclamó defensor de la democracia. "Es nuestro bebé, que hemos creado y desarrollado tras la lucha contra el comunismo", dijo tras mostrarse dispuesto a aceptar las consideraciones de Bruselas.

El Gobierno húngaro se reúne hoy con el pleno de la Comisión Europea para abordar el programa de Budapest para los próximos seis meses de la Unión. El encuentro estará marcado por esa polémica ley de prensa húngara de la que el Ejecutivo comunitario ya ha expresado "sus dudas". El propio Orban admitió que "tácticamente" había sido un error aprobar esta ley en los últimos dos meses.

Los objetivos de la presidencia de turno de Hungría se centran en la promoción del "crecimiento, el empleo y la inclusión social", para hacer una "Europa más fuerte". El primer ministro subrayó como una de sus prioridades "fortalecer el euro", porque es la mejor manera de defender a Europa. Hungría impulsará la puesta en marcha por primera vez del Semestre Europeo para armonizar los presupuestos de los Estados miembros e intentará concluir las negociaciones para la adhesión a la Unión de Croacia y la incorporación de Bulgaria y Rumanía al Tratado Schengen. También intentará que en junio la UE haya definido una estrategia para el pueblo gitano.

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La polémica ley sobre los medios de comunicación húngaros ha despertado mucha inquietud en la UE en los últimos días. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, advirtió el miércoles de que "la libertad de prensa es un principio sagrado y un valor fundamental en la Unión Europea". Barroso precisó que la Comisión Europea ha expresado "sus dudas" sobre la nueva ley, pero insistió en que "hará todo lo posible, dialogando con las autoridades húngaras, para clarificar la situación y disipar todas las dudas que puedan existir".

En Alemania, el secretario de Estado de Exteriores, Werner Hoyer, se ha opuesto a que Hungría hable en nombre de la UE sobre las cuestiones relacionadas con la libertad de prensa. "El derecho de hablar en nombre de Europa", dijo, "implica naturalmente el deber de respetar las normas internas europeas para poder representarlas en el exterior de manera creíble. Hungría no es el país más creíble cuando se trata de discutir sobre la libertad de prensa".

Por su parte, el portavoz del Gobierno francés, François Baron, señaló que Francia desea "una modificación de la ley" que en su opinión constituye "una alteración profunda de la libertad de prensa". Las dudas de la Comisión, Francia y Alemania son compartidas también por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que ha calificado la ley húngara como un ataque a la libertad de prensa "sin precedentes en las democracias europeas".

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, durante un discurso pronunciado el pasado mes de septiembre.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, durante un discurso pronunciado el pasado mes de septiembre.AFP

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