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Irak mantiene su oferta de alto el fuego pese a la falta de respuesta de Clinton

Ramón Lobo

El Gobierno iraquí mantiene inalterable el alto el fuego unilateral decretado el 19 de enero, pese a la continua sucesión de incidentes militares en los que se han visto implicados aviones de combate estadounidenses en el norte y sur del país durante los últimos tres días. Pero al régimen de Sadam Husein parece empezar a ponerte un tanto nervioso la ausencia de un gesto o de algún tipo de respuesta de la nueva Administración de Bill Clinton que le permita intuir sus intenciones.

El tercero de los incidentes, ocurrido en la madrugada del domingo cerca de Nasiriya, dentro de la zona de exclusión del paralelo 32, en el sur iraquí, fue desmentido categóricamente por Bagdad. Un portavoz del Ministerio de Exteriores hizo público ayer un comunicado, redactado pobremente a mano como los anteriores, en el que dice: "Negamos totalmente haber disparado contra aviones de combate norteamericanos. Desde el inicio del alto el fuego unilateral ninguna batería antiaérea iraquí ha sido puesta en funcionamiento".Nuri al Mansuri, uno de los altos cargos del Ministerio de Información, asegura en un artículo publicado ayer en Babel (Babilonia) -el diario propiedad de Uday, el impopular hijo de Sadam-, que "Irak no puede esperar para siempre" una respuesta de Washington. Esa es la tesis que empieza a abrirse paso en los diarios oficiales: Irak ha mostrado su buena voluntad, con el alto el fuego y el permiso para el vuelo directo de los inspectores de la ONU procedentes de Bahrein, y esta disposición no está siendo correspondida por el nuevo presidente de Estados Unidos.

[Mientras tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Les Aspin, anunció ayer que había algunos indicios de que Irak estaba trasladando de nuevo varios misiles SAM a la zona sur de exclusión aérea, informa Reuter. Aspin declaró que aún era pronto para saber si Irak había roto la "tregua unilateral" declarada por Sadam Husein. "Habrá que esperar un par de días para asegurarnos", dijo. Según Aspin, la salida del poder de Sadam es la única manera de garantizar el cumplimiento por parte de Irak de las resoluciones de la ONU].

En una rueda de prensa celebrada ayer tarde en el hotel Al Rashid, que en la noche del domingo 17 recibió el impacto de un misil crucero estadounidense, el general de brigada de la fuerza aérea Muyahid aseguró que el ataque contra el hotel fue deliberado y no consecuencia de la desviación causada en el trayecto del artefacto por una batería antiaérea iraquí al intentar derribarlo, como aseguran fuentes norteamericanas. Los iraquíes mantienen que el misil buscaba el refugio de Al Rashid -el más seguro de Bagdad- "pensando que en él había una importante reunión del Consejo de la Revolución", señaló el general.

Las conversaciones entre la ONU e Irak sobre la continuidad de las actividades humanitarias de Naciones Unidas después del 31 de marzo próximo se reanudaron ayer en Bagdad. Dick Foran, coordinador de esas actividades, indicó que las condiciones de vida en Irak sufren una "continua degradación".

Mientras, el Ministerio del Interior se afana en organizar excursiones de grupos de periodistas extranjeros a los lugares bombardeados, como el pasado jueves a Mosul, donde apenas pudieron enseñar unos escuálidos restos de lo que fue una bomba. Desde el segundo incidente, el mismo jueves, no se han producido nuevas salidas en grupo. Abandonar ese esquema de viaje en comandita más que imposible, resulta un riesgo. Ningún taxista acepta moverse por la ciudad sin un guía oficial.

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Bagdad está rodeada de una imponente frontera, un gran cordón de seguridad que filtra las entradas y salidas. En cada carretera, por destartalada que sea, hay uno o varios controles, atascados de decenas de pacientes automovilistas y en los que se mezclan policías de uniforme raído, paisanos con carné del gobernante partido Baaz y militares de boina roja, todos armados de subfusiles oxidados, pero prestos a demostrar su eficacia Sin un salvoconducto, que entrega el Ministerio de Información, pasar es una quimera. Está tajantemente prohibido.

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