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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Israel recibe misiles Patriot y técnicos militares de EE UU

Israel recibíó ayer un número no determinado de baterías de misiles Patriot tierra- aire y Cruise, en un puente aéreo sin precedentes, que permitirán al Ejército israelí interceptar los misiles Scud iraquíes, según confirmó la radio. Los misiles llegaron en aviones Galaxy, junto con técnicos militares norteamericanos que colaborarán en su puesta a punto y operatividad. Esta es la primera vez en la historia del Estado israelí que el Gobierno de Tel Aviv acepta la presencia directa de tropas de EE UU en tareas defensivas en su territorio.

Estas baterías tienen una capacidad para 16 vectores cada una. En medios militares israelíes se había observado un cierto malestar porque los misiles hacía dos meses que habían sido pedidos a EE UU y Washington los entregó con gran retraso. Según los mismos medios ese retraso explica que no hayan podido ser operativos para detener los dos últimos ataques iraquíes con misiles. La rápida entrega de las nuevas baterías se interpreta como un intento de última hora para evitar que Israel se sienta en la necesidad de contraatacar a Irak.Según fuentes militares occidentales, fue Israel quien rechazó durante años los misiles Patriot. El Gobierno de Tel Aviv se había empeñado en el desarrollo de su propio misil antimísil, el Arrow -parte de la iniciativa de defensa estratégica del ex presidente de EE UU Ronald Reagan- y el ex ministro de defensa, Isac Rabvin, se negó a adquirir el Patriot hace cuatro años. Para cuando se hizo evidente su necesidad, Israel se encontraba bajo la presión de la fuerte inmigración de judíos soviéticos y no estaba en condiciones de hacer frente al gasto. Cada uno de estos misiles cuesta un millón de dólares (95 millones de pesetas). Poco después de la invasión iraquí de Kuwait, Israel solicitó en leasing las dos baterías que tiene instaladas.

Una falsa alarma que duró escasos minutos volvió anoche a erizar los nervios de la población civil israelí. La alarma fue suspendida sin que se dieran explicaciones.

Entretanto, y a pesar de que Isaac Shamir aseguró al presidente de EE UU, George Bush, que no respondería al último ataque de los Scud iraquíes, Tel Aviv dejó claro que considera que ya tiene luz verde de Egipto y, sobre todo, de Siria, su vecino potencialmente más problemático, para lanzar el anunciado contraataque sobre Irak, al tiempo que estima que Jordania no debería ser, en ningún caso, un obstaculo para sus planes. Así se deduce de las declaraciones realizadas ayer por diversos portavoces. De esta forma, Israel deja vigente la reserva del derecho a contraatacar cuando y como lo considere conveniente.

El temido segundo ataque

Las cargas convencionales lanzadas ayer por Irak sobre Tel Aviv causaron considerables daños en varios edificios de la ciudad, 16 heridos leves y un fallecido por paro cardiaco. Según dijo anoche el jefe de los servicios médicos del Ejército israelí el total de heridos en todos los ataques iraquíes asciende a 47.

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El temido segundo ataque iraquí llegó sobre las siete de la mañana de ayer, las seis hora peninsular española, al término de una noche caracterizada por el sonido de las sirenas debido a falsas alarmas. [Un portavoz militar señaló ayer que el número de misiles que alcanzaron anoche territorio israelí fue de tres, todos sobre Tel Aviv, frente al anuncio iraquí de que fueron 11 en varias ciudades del país, informa France Presse. Las autoridades israelíes no han permitido a los periodistas dar detalles sobre los lugares donde han caído.]

Las autoridades explicaron la primera alarma diciendo que habían recibido una información que permitía suponer un ataque que luego no se produjo, y la otra porque se oyó una fuerte explosión en Jerusalén, cuyo origen todavía no había sido aclarado al cierre de esta edición.

No hubo, en cambio, disparo de sirenas cuando un objeto procedente del este que parecía un misil cruzó raudo el cielo, con gran ruido y dejando tras de sí una fuerte estela roja. Un portavoz de las Fuerzas Israelíes de Defensa (FID) informó de que era un elemento de un satélite soviético que caía a la Tierra.

El ataque de las siete de la mañana causó 16 heridos y fue mucho más destructivo que el de la víspera. El general Nachman Shai, portavoz de las FDI, manifestó: "Creemos que seguirán lanzándonos misiles mientras sus vectores sean operativos. Y actuaremos en consecuencia".

Shai evitó precisar cuántos misiles cree Israel que le quedan a Irak, tras casi 72 horas de intensos bombardeos norteamericanos, aunque estimó que esa magnitud es de "unos pocos cientos". Shai añadió otro elemento a la amenaza. "Pensamos", dijo, "que pueden utilizar su fuerza aérea contra Israel".

Poco después, Benjamín Natanyahu, viceministro israelí de Asuntos Exteriores, manifestó: "El derecho de Israel a su autodefensa ha sido reconocido ya tanto por Egipto como por Siria".

El general Shai había explicado que si Israel no atacó preventivamente los misiles iraquíes que le amenazan fue "por respeto a la sensibilidad de los componentes de la coalición occidental", que consideran que la entrada de Israel en el conflicto podría inducir a un apoyo de otros países árabes a Irak y generar una guerra global en la zona.

Una fuente próxima al viceministro aclaró que Natanyahu se refería a una última declaración, hecha ayer por el ministro sirio de Información, Mohamed Salman, a condición de que la respuesta israelí "sea proporcionada". La declaración es más explícita que la realizada el pasado miércoles por el ministro sirio de Exteriores, Faruk Al Shara, quien se mostró ambiguo.

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