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Análisis:ANÁLISIS | Ola de cambio en el mundo árabe
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Inestabilidad y amenaza terrorista en Yemen

Fernando Reinares

Yemen, escenario del terrorismo global desde los años noventa, es donde tiene su base y desde donde opera Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA). Esta organización se constituyó hacia 2003 y, tras perpetrar una serie de atentados en Arabia Saudí, fue prácticamente desmantelada por las autoridades de Riad, que respondieron contundentemente a la ejecución de actos de terrorismo en su propio territorio. Pero consiguió empezar a reorganizarse a partir de 2006, bajo el liderazgo de terroristas yemeníes fugados ese mismo año de prisión, en su propio país, donde la muy precaria autoridad estatal, las fracturas tribales, las rebeliones separatistas y la misma orografía resultaban condiciones mucho más favorables que al norte de Rub al Jali.

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AQPA ha incrementado sus recursos y capacidades desde entonces. Dispone de terroristas entrenados en zonas de conflicto y ha incorporado a no pocos de los centenares de presos por terrorismo yihadista excarcelados por las autoridades de Saná en los últimos años. Además, las principales corrientes salafistas en Yemen facilitan con sus ambivalencias la propagación del yihadismo. Ello, junto a una narrativa que hace suya la tradicional desconfianza popular hacia el Gobierno, una cultura de venganza combinada con la mayor tasa de armas ligeras respecto a la población en el mundo, lamentables oportunidades vitales para la juventud y la propaganda en Internet, han propiciado que AQPA penetre en la sociedad yemení e incluso cuente con simpatizantes dentro de las fuerzas de seguridad del país.

Pero es ahora cuando AQPA tiene la oportunidad de establecer un espacio seguro en Yemen que incluso podría ser una alternativa al santuario del núcleo central de Al Qaeda en Pakistán. En medio de la crisis que vive el país, las operaciones contraterroristas se han deteriorado extraordinariamente, si no suspendido en la práctica. Numerosos efectivos de las unidades implicadas han abandonado sus puestos, están acuartelados o reubicados en la capital. El presidente Saleh, que nunca fue aliado de confianza ni predecible para los servicios norteamericanos y británicos, activos ambos en el país, pone trabas a las actuaciones de los primeros contra AQPA. Esta, entretanto, se aprovecha de la ventaja, sobre todo en algunas provincias o gobernaciones donde a sus miembros los protegen las tribus locales.

Así pues, respecto al terrorismo yihadista, la grave inestabilidad en Yemen es un problema muy serio, de inquietantes consecuencias a medio y largo plazo, no solo para el propio país. Lo es también para su inmediato contexto regional y en concreto para Arabia Saudí. Con un alcance diferente, lo es de igual modo para el mundo occidental, principal pero no exclusivamente para Estados Unidos. En los últimos dos años, AQPA ha planificado y preparado desde Yemen atentados en Norteamérica, afortunadamente frustrados. Esa extensión territorial de Al Qaeda publica desde 2011, a través de Internet, dos revistas, una en árabe y la otra en inglés, en cuyas páginas emite sus proclamas un influyente doctrinario yihadista de origen yemení, pero nacido en Estados Unidos, Anwar al Awlaki.

En suma, AQPA ha pasado, en apenas cinco años, de recomponerse y desarrollar una notable campaña de atentados en Yemen, a implicarse en actividades terroristas fuera del país y contribuir a la radicalización yihadista entre musulmanes de todo el mundo, especialmente de habla inglesa. Ni la actual crisis en Yemen es indiferente para Al Qaeda en la península Arábiga, ni lo será su desenlace. Mientras más se deteriore la tumultuosa situación por la que atraviesa el país, mayor la ventaja para esa organización terrorista. En relación con ello, así como con el deseable avance político y social de los yemeníes, cabe que reflexionemos a tiempo sobre la verosimilitud de algo dicho el pasado 31 de marzo por el mencionado Anwar al Awlaki: "¿No se da cuenta Occidente de que el trabajo yihadista dará comienzo tan pronto como los regímenes del Golfo se desmoronen?".

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Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano y, entre abril y julio de este año, Public Policy Scholar en el Woodrow Wilson Center de Washington.

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