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Mueren cuatro soldados de EE UU y otros 31 resultan heridos en tres ataques en Irak

Liberados los 42 universitarios secuestrados por insurgentes al norte de Irak

Al menos cuatro militares estadounidenses han muerto y otros 31 han resultado heridos en tres ataques ocurridos este domingo en Bagdad y la provincia de Diyala, según han informado fuentes militares de EE UU.

El primero de los ataques, perpetrado contra la fortificada zona verde de Bagdad, donde se encuentran las sedes del Gobierno iraquí y de las embajadas extranjeras, costó la vida a dos militares e hirió a otros 17.

El segundo ataque ha ocurrido en el barrio bagdadí de Rustamiyah, al sureste de la ciudad y fuera de la Zona Verde, según ha explicado el teniente de la Marina, Patrick Evans, portavoz de las fuerzas estadounidenses en la capital iraquí. En este atentado ha muerto un soldado y otros 14 están heridos de diversa consideración al ser alcanzados por fuego de mortero.

El tercer ataque ha tenido lugar en la provincia de Diyala, donde un soldado ha fallecido tras la explosión de una mina, según han informado fuerzas militares en un comunicado.

Liberado un grupo de universitarios

Los 42 universitarios secuestrados horas antes cerca de la ciudad iraquí de Mosul han sido finalmente liberados, según ha informado un portavoz de los servicios de seguridad. Un grupo de presuntos insurgentes secuestró a los estudiantes que viajaban en autobús en una zona al sur de esta ciudad, capital de la provincia septentrional de Nínive. Los supuestos insurgentes instalaron un falso puesto de control en la carretera a su paso por Hamam al Alili, 20 kilómetros al sur de Mosul.

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Los hombres armados obligaron a los jóvenes a bajar del vehículo a punta de pistola y los trasladaron a un lugar desconocido. La Policía ha comenzado ya la operación de búsqueda de los universitarios, agregaron las fuentes.

En los últimos meses, Mosul se ha convertido en el principal foco de acción de la insurgencia suní en Irak, principalmente de la red terrorista Al Qaeda, que ha encontrado aquí uno de sus últimos refugios. Pese a que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció en enero que se iba a lanzar una gran operación inminente contra la insurgencia en Mosul, este dispositivo todavía no ha sido puesto en marcha.

El pasado 13 de marzo, el obispo católico caldeo Bulos Farach Raho, que había sido secuestrado dos semanas atrás, fue encontrado muerto en un barrio de Mosul, en el norte del país.

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