_
_
_
_
_

Israel aboga por sanciones draconianas

Netanyahu no cree en la negociación con Irán e intenta convencer al resto de potencias que sancionen al país persa

Hoy, silencio. Cuando las potencias occidentales hablan sobre el programa nuclear iraní, el Gobierno israelí acostumbra a callar. Cualquier otro día, las declaraciones, alguna apocalíptica, son moneda corriente. Y para la diplomacia hebrea es el asunto con mayúsculas. Sin descartar un ataque aéreo contra las instalaciones atómicas persas -difícil de ejecutar sin el respaldo de EE UU-, el plan atómico iraní sale a colación en toda cita con líderes extranjeros. En todo caso, no parece que sea suficiente para Israel que el presidente Mahmud Ahmadineyad acceda a que el uranio se enriquezca en Rusia y Francia. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, no cree en la negociación con Irán y se esfuerza en persuadir a las capitales europeas para que apliquen inmediatamente sanciones draconianas contra el régimen persa, y para que fuercen a las grandes multinacionales -algunas con vastos intereses en Irán- a cortar relaciones con Teherán.

Más información
Decepción en Occidente por la nueva provocación nuclear iraní
Irán endurece el pulso con Occidente

Ahmadineyad es equiparado a Adolf Hitler y es frecuente escuchar a dirigentes hebreos decir que no se permitirá un segundo Holocausto. Poco importa que el ministro de Defensa, Ehud Barak, asegure que Irán no supondría una amenaza existencial para Israel incluso en el supuesto de que se hiciera con la bomba atómica.

El presidente de Israel quiere imponer sanciones draconianas a Irán
El presidente de Israel quiere imponer sanciones draconianas a IránREUTERS
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_