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Israel amenaza a Gaza con represalias brutales por sus ataques con misiles

"Hay que demoler las ciudades desde donde disparan", dice el ministro del Interior

Las graves heridas sufridas por un niño israelí de ocho años, que perdió una pierna el sábado víctima de un cohete Kassam lanzado por Yihad Islámica, ha desatado una furibunda oleada de amenazas de la clase política hebrea. El primer ministro, Ehud Olmert, advirtió de que todos los dirigentes políticos de Hamás son objetivo del Ejército. "No tendremos consideración con ninguno", aseguró. Fue el más moderado. Un miembro de su Gobierno abogó por "borrar del mapa" un barrio entero de Gaza y "demoler las ciudades desde las que se disparan los cohetes". Otros ministros religiosos exigen el corte total de suministro eléctrico y combustibles a la franja, y la extrema derecha clama por la invasión del territorio palestino.

Los continuos ataques del Ejército israelí han provocado más de dos centenares de muertos en los últimos tres meses, una cuarta parte de ellos civiles inocentes. El viernes, sin ir más lejos, un misil tierra-tierra impactó en un colegio de Beit Hanun. Murió un profesor y cuatro alumnos resultaron heridos. En Gaza están habituados. Pero en Israel, el drama del niño de ocho años y de su hermano de 19, también herido grave, resulta insoportable.

Las ciudades y pueblos israelíes en las cercanías de la franja están que arden. Las andanadas de cohetes artesanales sobre Sderot, diana de los proyectiles palestinos, han sacado de quicio a los ciudadanos, que ayer cortaron carreteras de acceso a Jerusalén y se enfrentaron con la policía.

La presión de la clase política y del estamento militar sobre el Gobierno de Ehud Olmert crece a diario. El jefe del Ejecutivo rechaza, por el momento, la invasión militar de la franja. De ahí que las propuestas de algunos de sus ministros alcanzaron cotas rayanas en la barbarie. El titular de Interior, Meir Shitrit, por ejemplo, planteó la siguiente represalia: "Deberíamos avisar a los vecinos de un barrio para que abandonen sus casas y después borrarlo del mapa". El viceprimer ministro Haim Ramon es partidario de que "llueva fuego" sobre los lugares desde los que se lanzan los cohetes. La extrema derecha -el Likud y los partidos religiosos- claman por la invasión militar de Gaza para arrasar las milicias.

Las amenazas israelíes coinciden con cierta presión diplomática de países europeos -el Reino Unido y Austria- que han hecho saber al Gobierno israelí su rechazo al corte del suministro eléctrico y de combustibles a la franja, unos cortes que causan estragos en el frágil sistema sanitario. La ministra de Exteriores, Tzipi Livni, respondió: "El mundo debe entender que Israel debe adoptar medidas para detener el lanzamiento de cohetes".

Varios israelíes protestan en Jerusalén contra el Gobierno con trozos de misiles lanzados el sábado.
Varios israelíes protestan en Jerusalén contra el Gobierno con trozos de misiles lanzados el sábado.EFE
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Hay al menos un muerto, dirigente militar de HamásVídeo: ATLAS

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