Israel detiene a una mujer encinta que iba a cometer un ataque suicida
Los organismos de seguridad israelíes, en alerta ante el estallido de la guerra civil palestina, revelaron ayer que hace menos de un mes detuvieron en el paso fronterizo de Erez a dos mujeres palestinas, una de ellas embarazada, que habían sido enviadas a Israel por el grupo integrista Yihad Islámica para cometer un doble atentado suicida.
Fatma Yunes Hassan Zak, de 39 años, en el noveno mes de embarazo y madre de ocho hijos, y Ruda Ibrahim Yunes, de 30 años y madre de cuatro, fueron detenidas gracias a una filtración conseguida en Gaza por un agente de los servicios secretos internos israelíes (Shin Beit). Las dos mujeres reconocieron que, dado su contacto con diversos miembros del brazo armado de Yihad, recibieron la propuesta de atentar en el corazón de Israel.
Yihad preparó un permiso médico falso que indicaba la urgencia de una de ellas de ser atendida en un centro sanitario en Ramala, la capital de Cisjordania. El plan era llegar a la zona de Ramala donde miembros de la Yihad les proporcionarían los correspondientes cinturones de explosivos. Posteriormente, les facilitarían un medio de transporte hacia el centro de Israel, donde, según confesaron, pretendían explotarse en algún lugar de ocio y diversión en Tel Aviv o Natania, dos ciudades costeras y turísticas, llenas de cafeterías, centros comerciales y discotecas.
Antes de emprender su aventura suicida, las dos mujeres, que son asimismo familiares, grabaron el ritual vídeo donde, con un fusil en una mano y el Corán en la otra, se identifican y explican que "van a ir al paraíso". En esta ceremonia de despedida, habitual en los "mártires potenciales", estuvo presente, entre otros, un hijo de Fatma Yunes, un miliciano de Yihad, de 19 años.
Tras recibir el permiso de entrada de las autoridades israelíes, fueron detenidas el pasado 20 de mayo en el paso fronterizo de Erez que une Gaza con Israel. En los interrogatorios, las dos advirtieron que no son las últimas mujeres de Gaza que intentan convertirse en bombas humanas.
