Israel mata a una niña palestina en represalia por la muerte de un granjero
Activistas palestinos atacan con morteros un kibutz al sur de Israel y la respuesta llega en forma de bombardeo
La tensa situación en la frontera sur de Israel, limítrofe con la franja de Gaza, se ha cobrado hoy la vida de dos personas, una niña palestina y un granjero israelí. Tras un ataque palestino sobre un kibutz israelí cercano a la frontera, la represalia israelí, en forma de ataque aéreo, ha matado a una niña de ocho años.
Fuentes médicas palestinas han informado de que, a resultas del ataque aéreo israelí sobre Jan Yunis, ha fallecido una niña de unos ocho años y dos mujeres han resultado heridas, al caer un proyectil cerca de su casa. El ejército israelí ha reconocido haber lanzado un ataque en la zona, supuestamente con un militante radical palestino como objetivo.
El bombardeo israelí se ha producido después de que militantes de Hamás atacaran con morteros un kibutz israelí, el de Nir Oz, al sur de Israel. Hamás ha reivindicado el ataque, asegurando que tres de sus morteros habían matado a "un sionista y herido a varios más". "Combatiremos al ocupante [Israel] con todos nuestros medios y seguiremos golpeando posiciones del ejército sionista alrededor de Gaza en respuesta a la continua agresión a nuestro pueblo", ha dicho Hamás en un comunicado.
Por su parte, el Gobierno israelí, por boca de su portavoz, David Baker, ha dicho que harán responsable a Hamás de cualquier lanzamiento de cohetes sobre territorio israelí. "Israel no puede y no va a permitir que la situación continúe", ha sentenciado. El Gobierno israelí, cuyo líder, Ehud Olmert, está siendo investigado por un escándalo de corrupción, enfrenta una presión creciente para que lance sobre Gaza una operación militar a gran escala para detener de una vez por todas el lanzamiento de misiles artesanales sobre poblaciones del sur de Israel.
Israel mantiene bloqueada la franja de Gaza desde que el territorio cayó en manos de Hamás en junio del año pasado. Sus activistas conquistaron la región por la fuerza en una lucha fratricida contra los militantes de Al Fatah, la facción rival, liderada por el presidente palestino, Mahmud Abbas.
