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Elecciones japonesas

Japón se prepara para el mayor vuelco electoral en 54 años

El Partido Democrático se perfila como vencedor de los comicios de mañana

En medio de la peor crisis económica desde el fin de la II Guerra Mundial, Japón se prepara para vivir el mayor vuelco electoral en 54 años. Todas las encuestas prevén que el centroizquierdista Partido Democrático de Japón (PDJ) arrebatará mañana por primera vez en las urnas el poder al conservador Partido Demócrata Liberal (PDL). La victoria de la oposición, de ser tan amplia como se prevé, desbloqueará un Parlamento atado de pies y manos desde hace años. En estas condiciones, Japón ha sido incapaz de abordar las reformas necesarias para atajar sus principales problemas: la crisis económica y social y, sobre todo, los efectos de la elevada edad de su población.

El PDJ, cuyo candidato es Yukio Hatoyama, es una agrupación creada hace 11 años que aglutina a desencantados del PDL, ex dirigentes sindicales, reformistas de la economía de mercado y defensores de los derechos de los consumidores. Prometen elaborar un plan económico para combatir la deflación y una tasa de paro que en julio alcanzó un récord del 5,7%. También se comprometen a combatir la burocracia y dotar a Japón de una mayor independencia diplomática, rebajando la tutela que Estados Unidos ha tenido desde el final de la guerra sobre el país asiático.

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Todo lo que el PDJ promete es lo que la mayoría de los japoneses cuestiona cada vez más al gubernamental PDL, encabezado por el primer ministro Taro Aso. El PDL fue sin duda el artífice del ascenso de un Japón devastado tras la guerra hasta alcanzar el puesto de segunda economía mundial, tras EE UU. Pero desde que estalló la burbuja financiera en la década de los noventa, el partido se concentra básicamente en mantenerse en el poder. Probablemente, la última vez que los japoneses creyeron que el PDL podía renovarse e iniciar una segunda etapa en la historia moderna de Japón fue durante el mandato de Junichiro Koizumi (2001-2006).

Una de las claves de estas elecciones es movilizar a los jóvenes. En 2005, sólo un 46% de los veinteañeros votó, mientras el nivel de participación de los sesentañeros fue del 83%. Una parte de los jóvenes critica al actual Gobierno, porque consideran que su labor está centrada en los jubilados. Japón es el país desarrollado que envejece más rápidamente. El Ministro de Sanidad prevé que el gasto en pensiones alcance los 56 billones de yenes (cerca de 430.000 millones de euros) en el año 2015, frente a los 39,5 billones de yenes de 2006. Mientras, se prevé que el gasto en sanidad se incremente hasta 37 billones de yenes en 2015, frente a los 27,5 billones de 2006.

Para costear la factura, el partido en el Gobierno ha planteado la posibilidad de subir los impuestos que gravan la venta de productos (ahora en el 5%). Pero el opositor PDJ se ha comprometido a mantenerlo en ese nivel en los próximos cuatro años. Esta promesa inquieta a los mercados financieros, preocupados por la elevada deuda pública del país, que ya supera el 150% del PIB.

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El centroizquierdista PDJ asegura que dará prioridad a las familias, y no a las compañías, en sus políticas de gasto con el objetivo de que crezca el consumo e impulsar el crecimiento. También pretende reformar el sistema de pensiones y de salud.

En cambio, el primer ministro, Taro Aso, y su partido intentan convencer a los votantes destacando sus esfuerzos para reactivar la economía con medidas como la elaboración de unos presupuestos récord para el año que viene. También insisten en que la recuperación económica está a la vuelta de la esquina. Japón, uno de los países desarrollados donde se trabaja más y donde se tienen menos vacaciones, salió de la recesión en el segundo trimestre, gracias al crecimiento de las exportaciones y de un gigantesco plan de estímulo del Gobierno. Pero la recuperación, vaticinan los expertos, es todavía muy frágil.

Las encuestas coinciden en que el partido de la oposición puede obtener dos tercios de los 480 escaños de la Cámara baja. Esta victoria permitiría al PDL aprobar leyes aunque pierda las elecciones para la Cámara alta, previstas para 2010.

Funcionarios de la comisión electoral preparan las urnas en un colegio de Tokio para los comicios del domingo.
Funcionarios de la comisión electoral preparan las urnas en un colegio de Tokio para los comicios del domingo.ASSOCIATED PRESS

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