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John Major condena la posición de Blair sobre la guerra de Irak

El ex primer ministro ve "inaceptable" la tesis de su sucesor

El ex primer ministro británico John Major lanzó ayer durísimas acusaciones contra su sucesor en el cargo, Tony Blair, al calificar de "inadecuado e inaceptable" el argumento de éste de que, aunque no había armas de destrucción masiva, la guerra de Irak valió la pena porque fue la manera de derrocar a Sadam Husein.

El conservador Major, que gobernó entre 1990 y 1997 y era primer ministro durante la primera guerra del Golfo, explicó en el programa Today de BBC Radio 4 que a mediados de los años noventa el entonces presidente estadounidense Bill Clinton ya planteó la posibilidad de provocar un cambio de régimen en Irak y que su respuesta fue que cualquier intento de derrocar a Sadam tenía que ser legal y viable.

"Que Sadam fuera un hombre malo no basta para ir a la guerra y derrocarle"

"Yo mismo era primer ministro durante la primera guerra del Golfo y cuando decía algo sabía que era absolutamente cierto y era lo correcto. Y siempre dije menos de lo que sabía", declara Major en la entrevista. "Di por descontado que ocurría lo mismo y apoyé, con reticencias, la segunda guerra de Irak".

Pero, a medida que avanzan los trabajos de la comisión que investiga el proceso que llevó al Reino Unido a apoyar la invasión, "crece la sospecha de que se trataba más de provocar un cambio de régimen que de armas de destrucción masiva". Y rechaza las recientes declaraciones de Blair de que la caída de Sadam ya justifica la guerra.

"Hay mucha gente mala en el mundo que está gobernando países y no los derrocamos. Y, desde luego, en años anteriores en realidad apoyamos a Sadam Husein cuando luchaba contra Irán", recuerda el ex primer ministro conservador. "El argumento de que alguien es un hombre malo es un argumento inadecuado para la guerra y desde luego es un argumento inadecuado e inaceptable para el cambio de régimen", concluye John Major.

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Las dudas sobre si Blair sabía o no ya antes de la invasión que Sadam no tenía armas de destrucción masiva se han incrementado desde que empezó a trabajar la comisión investigadora, presidida por un ex alto funcionario, sir John Chilcot. En enero y febrero comparecerán los altos cargos laboristas en el momento de la invasión, incluido Tony Blair. Sin embargo, los ministros convocados ante la comisión investigadora que aún están en activo no tendrán que declarar hasta que se hayan celebrado las próximas elecciones generales, previstas a más tardar a principios de junio. Es el caso del primer ministro, Gordon Brown, y los ministros Jack Straw y David Miliband.

La comparecencia más esperada es, obviamente, la de Blair. Pero, aunque sir John Chilcot ha asegurado que parte de la comparecencia del ex primer ministro será en público, se teme que las cuestiones más delicadas se planteen en sesión secreta. Los investigadores han sido criticados por la manera suave con que están tratando a los testigos. Y los más escépticos subrayan que el Gobierno se ha reservado un mecanismo clave para controlar la investigación: la exigencia de que todo lo relacionado con documentos no desclasificados se trate en secreto.

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