_
_
_
_
_

Karadzic afirma que teme por su vida

El político serbobosnio acusa al diplomático estadounidense Holbrooke de querer su muerte - El criminal de guerra confirma que se defenderá a sí mismo

Isabel Ferrer

Muy delgado y algo espectral ahora que se ha afeitado la profusa barba que le sirvió de camuflaje en los últimos años, Radovan Karadzic sorprendió ayer al Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia, en La Haya, al asegurar que en 1996 acordó la inmunidad con Estados Unidos a cambio de desaparecer de la vida pública. "Mi compromiso era retirarme de la vida pública y de la vida literaria. A cambio, Estados Unidos cumpliría sus obligaciones", afirmó, en el sentido de que no sería entregado a la justicia internacional.

Más información
La fascinación del mal
Karadzic: "EE UU me prometió que nunca sería juzgado en el TPIY"

El diplomático estadounidense Richard Holbrooke, mediador en el conflicto de Bosnia del entonces presidente Bill Clinton y arquitecto de los acuerdos de paz de Dayton, negó anoche tajantemente la existencia de tal pacto.

La afirmación de Karadzic llegó después de que el juez Alfhons Orie leyera un resumen de los 11 cargos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad que se le imputan por su papel durante la guerra de Bosnia (1992-1995). El antiguo líder serbobosnio, que confirmó que se defenderá a sí mismo, dijo también que teme por su vida y denunció irregularidades durante la detención en Belgrado, la pasada semana: "Me secuestraron unos civiles que no conozco".

La nueva imagen de Karadzic no se parece a ninguna de sus dos identidades anteriores. Si ya no es el venerable curandero del pasado reciente, tampoco recuerda al líder pletórico que hace una década regía los destinos de los Balcanes junto con su principal aliado, el ex presidente serbio Slobodan Milosevic. Pero la revelación de que Richard Holbrooke le ofreció retirarse "para no poner en peligro los acuerdos de Dayton" (que acabaron con la guerra de Bosnia), fue incluso más llamativa que las pasadas soflamas políticas de Milosevic.

Con la lección aprendida del peligro de retraso que corren estos juicios por cosas similares, y también con el reglamento en la mano, el juez Orie le aconsejó que remitiera por escrito sus notas al secretario del Tribunal. "Con esto quería decir que temo por mi vida, porque si Holbrooke quiere mi muerte, deseo saber si su brazo es lo bastante largo como para llegar hasta aquí", remachó Karadzic.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

A falta de comprobar la veracidad de sus afirmaciones, cabe recordar que la primera fiscal del Tribunal para Yugoslavia, Carla del Ponte, ya expresó en septiembre pasado, en Belgrado, su preocupación por la existencia de un posible acuerdo de estas características. También es significativo su silencio de ahora, forzado por su cargo de embajadora de Suiza en Argentina.

Tras la sorpresa de la existencia del supuesto pacto, se pasó a cuestiones esenciales de procedimiento. Así, a la cuestión de si tenía un abogado, Karadzic dijo que pensaba defenderse a sí mismo. "No veo a su abogado, tal vez sea invisible", apuntó el juez Orie. "Actuaré como lo haría ante una catástrofe natural o un ataque contra mi persona", respondió Karadzic. Muy atento a sus palabras, el presidente de la sala le recordó que estaba en su derecho de ejercer la abogacía personal, pero no tendría privilegios. "También quiero que sepa que una defensa de esta clase suele presentar desventajas".

El antiguo líder serbobosnio era sin duda consciente de que las imágenes de su comparecencia llegarían a todas partes y se mostró casi impasible. Sólo cuando escuchaba las acusaciones "del exterminio de los no serbios de Bosnia" -el cargo de genocidio en Srebrenica- y "la campaña de terror del cerco de Sarajevo con miles de civiles muertos", pareció incomodarse.

Un ligero movimiento en el banquillo de los acusados, y un atisbo de inquietud, se relajaron hasta la sonrisa al preguntarse en voz alta: "¿Es que hay alguien que aún no sepa que estoy aquí?". Fue su manera de contestar a la solicitud de la sala de si deseaba informar a alguien más de su presencia en Holanda.

En este punto dio una respuesta significativa de su concepto de patria. El juez le preguntó si había hablado con sus representantes diplomáticos y él contestó que con el embajador de Serbia sí. "También he visto a un representante de Bosnia-Herzegovina, pero a nadie de Montenegro. Me siento ciudadano de los tres lugares", concluyó.

Como era el momento de aclarar su situación previa al traslado a Holanda, sede del Tribunal para Yugoslavia, Karadzic dijo que en Belgrado se le retuvo "de forma irregular" al secuestrarle unos civiles: "No me leyeron mis derechos y me privaron de ordenador y de teléfono. Así nadie podría buscarme". Los pormenores del arresto fueron a parar de nuevo a la documentación del Tribunal para su posterior investigación. En un gesto instintivo que fue a la vez el más enérgico de la sesión, levantó los pliegos en los que había anotado todas sus quejas para que los recogiera un secretario. "Este Tribunal no hace así las cosas, señor Karadzic. Preséntelos de forma adecuada", pidió el juez.

La segunda gran sorpresa del día fue la relativa a los cargos en su contra. Aunque ya se había sugerido que el actual fiscal jefe, el belga Serge Brammertz, quería reunirlos de forma más concisa para no alargar el proceso, ayer lo anunció de forma oficial.La intención es evitar que se repita el caso de Milosevic, que se alargó entre 2002 y 2006, y no había concluido cuando falleció en su celda de un infarto.

El juez Orie fijó la próxima comparecencia para el 29 de agosto. Antes de levantar la sesión, le preguntó a Karadzic si le trataban bien en la cárcel de la ONU. "He estado en sitios peores", fue su lacónica respuesta.

Mujeres bosnias, supervivientes de la matanza de Srebrenica, siguen la lectura de los cargos contra Radovan Karadzic desde Sarajevo.
Mujeres bosnias, supervivientes de la matanza de Srebrenica, siguen la lectura de los cargos contra Radovan Karadzic desde Sarajevo.ASSOCIATED PRESS
El ex líder serbobosnio Radovan Karadzic que ha decidido comparecer sin abogado en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.Vídeo: VNEWS

La acusación

- La Fiscalíadel Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia imputa a Radovan Karadzic 11 cargos: cinco por crímenes contra la humanidad, cuatro por crímenes de guerra, uno por ,genocidio, y otro por ,complicidad en genocidio.

- Entre los crímenes de los que se responsabiliza a Karadzic, figuran la matanza de Srebrenica, en la que 8.000 hombres musulmanes bosnios fueron asesinados; el asedio de Sarajevo (que causó 12.000 víctimas mortales civiles), la deportación de civiles por motivos de nacionalidad y religión; la destrucción de casas, tiendas, sitios sagrados y el acoso a intelectuales y políticos croatas y bosnios.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_