El Kremlin avisa del riesgo de inestabilidad en la región
El Kremlin espera que la situación creada en Pakistán tras la dimisión del presidente Pervez Musharraf se mantenga dentro de los marcos constitucionales. Rusia confía en que la renuncia de Musharraf "no tendrá consecuencias negativas para el mantenimiento de la estabilidad interna en ese importante país asiático", declaró ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores, Andréi Nesterenko.
Moscú desearía la continuación de la "dinámica positiva del desarrollo de las relaciones ruso-paquistaníes" y "la colaboración bilateral en la lucha contra el terrorismo y otras amenazas globales" que existían últimamente, prosiguió el portavoz.
Mientras tanto, algunos expertos rusos opinan que la dimisión del presidente paquistaní demuestra el fracaso de la política norteamericana en Asia central y en Afganistán.
"Los norteamericanos habían apostado por Musharraf y su dimisión es un golpe para la política" de Washington, sostiene el politólogo Gueorgui Mirski. El presidente paquistaní "desprestigió el programa estadounidense para la región", explica Mirski, quien señaló que Musharraf "no pudo cumplir con el papel de liquidador de los belicosos pastún y de los talibanes".