El Kremlin incumple su compromiso de retirar las tropas

No hubo retirada de tropas rusas. La promesa de Dmitri Medvédev de iniciar ayer el regreso a Rusia de las unidades que invadieron este pequeño país del Cáucaso hace 11 días no se cumplió. El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, acusó a Moscú de violar "gravemente" el acuerdo de alto el fuego y le acusó de minar los puentes.

Desde por la mañana, decenas de camiones y jeeps cargados de militares y policías georgianos aguardaban en la autopista que conduce al oeste del país la salida de los ocupantes de Gori, el principal núcleo urbano tomado por los rusos, para hacerse cargo de la ciudad. A media tarde volvieron frustrados a Tbilisi.

Más que marcharse, los rusos parecen estar asegurando sus posiciones en Georgia. Los tanques siguen apostados en Ingoeti, un pueblo a 40 kilómetros de Tbilisi, y desde ese punto hasta Gori se les podía ver ayer por primera vez camuflados en algunas colinas cercanas a la carretera. A unos centenares de metros del control ruso estableció la policía georgiana su propio control atravesando un coche en la calzada, que fue embestido por un tanque. El movimiento de blindados y camiones rusos fue continuo toda la jornada.

"A las 8.00 de la mañana vi retirarse seis tanques que estaban en el vecino pueblo de Kalpi a nueve kilómetros], pero otros han subido por las colinas de atrás", señaló Vaytang Iluridze, de 47 años y uno de los campesinos de Ingoeti que ha vuelto a su casa tras una huida de tres días.

A las puertas de Gori, cientos de reporteros nacionales e internacionales esperaban permiso para entrar en la ciudad. No lo hubo. Durante ese tiempo se escucharon varias explosiones, pero los soldados rusos dijeron no saber su procedencia. Sólo se permitió el acceso de grandes camiones de la Cruz Roja y de la ONU cargados de ayuda. El 80% de los 49.000 habitantes de Gori huyó tras la invasión, pero el domingo regresaron varios miles.