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Humala gana por cinco puntos a Fujimori según los primeros sondeos a pie de urna

Las presidenciales en Perú son clave para forjar en la región un modelo capaz de crear riqueza y mantener la fe de sus ciudadanos en la democracia

Ollanta Humala desayuna con sus hijas esta mañana.
Ollanta Humala desayuna con sus hijas esta mañana.REUTERS

El candidato nacionalista Ollanta Humala cuenta con una ventaja de cinco puntos en la carrera por la presidencia de Perú, según los primeros sondeos a pie de urna. Los datos dan al aspirante de Gana Perú el 52,6% de los votos frente al 47,4% que le otorgan a la populista Keiko Fujimori de Fuerza 2011. Aunque hay más de cinco puntos de diferencia, la encuesta tiene un margen de error de tres puntos porcentuales arriba y abajo. Ante una elección tan reñida y con tantos votos indecisos en juego, aún es imposible aventurar cuál de los dos va a convertirse en el próximo gobernante, el 101 en la historia del país desde su independencia en 1821.

En el local de campaña del candidato nacionalista, su equipo de asesores ya ha comenzado a festejar la previsible victoria con lemas como "Sí se pudo, sí se pudo", y "Ollanta presidente".

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Las empresas Ipsos-Apoyo, CPI y Datum, que ofrecen sus resultados en dos canales distintos de televisión, coinciden en la victoria de Humala con más del 52% de los votos, aunque los organismos oficiales han insistido en que hay que esperar a los resultados del Organismo Nacional de Procesos Electorales.

Durante los tradicionales desayunos que los candidatos celebran con sus familias ante las cámaras de televisión antes de ir a votar ambos condenaron el ataque de la narcoguerrilla de Sendero Luminoso contra una patrulla militar en Cuzco en la víspera electoral. Cinco soldados murieron. La emboscada recordó a Perú lo frágil que sigue siendo en la lucha contra el narcotráfico y dio a los aspirantes a la presidencia la oportunidad de recordar que ambos habían asumido el compromiso de reforzar la lucha contra el crimen.

"Fue un acto de terrorismo, un crimen contra todos los peruanos", declaró la hija del ex presidente Alberto Fujimori, en prisión por crímenes de lesa humanidad. Keiko habló desde su casa en el barrio limeño de Surco, donde desayunó junto a su familia.

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El ataque en Cuzco y el conflicto social latente en Puno centraron los focos de las cámaras de los canales de noticias en varios puntos de la región andina. Allí era donde se esperaban los conflictos de la jornada, desde la falta de personal o material para abrir algunas mesas de votación hasta denuncias de fraude. En la recta final de la campaña, la zona reflejó una vez más el grave problema de la falta de presencia de las instituciones estatales en muchas áreas de la sierra y la selva peruanas y los conflictos sociales que esa ausencia genera.

Conflictos ambientales

Justamente este domingo se cumplía el segundo aniversario del peor estallido social en la historia reciente del país. La protesta de los indígenas por la regulación de la explotación forestal y las tierras de cultivo en la norteña Bagua (Amazonas) acabó en una batalla campal con la policía que causó 33 muertos. Hay más de 230 conflictos sociales activos y latentes en Perú y la mitad tiene que ver con temas medioambientales e involucra a comunidades indígenas. La mayoría genera violencia y acaba por empobrecer aún más regiones que han visto muy poco de la bonanza económica de la que se ha beneficiado el país en la última década y que, paradójicamente, se debe en gran parte a los recursos minerales que producen en la sierra y la selva.

Los dos candidatos se manifestaron conscientes de los desafíos que aguardan al presidente que jure el cargo el próximo 28 de julio, y ambos dejaron la puerta abierta a acuerdos con otras fuerzas para gobernar.

Ninguno de los dos partidos políticos tendrá mayoría en el Congreso. Ollanta Humala dijo que la crispación y división que provocó la campaña electoral debe acabar de inmediato. "Perú no se puede detener. Tenemos una economía que mantener en marcha, tenemos que llevar a nuestros hijos a la escuela...". El nacionalista, mucho más tranquilo que cuando compitió por la presidencia por primera vez en 2006, apareció en el desayuno junto a su esposa y sus tres hijos, dos niñas y un bebé de cinco meses.

Consciente de que su pasado de izquierdista radical despierta mucha inquietud entre las clases conservadoras y medias de un país que ha generado mucha riqueza en los últimos años gracias a la economía de mercado, Humala suscribió en mayo pasado el acta del Acuerdo Nacional peruano, un foro creado durante el mandato de Alejandro Toledo que compromete al firmante a mantener una serie de políticas de Estado que garantizan las libertades civiles. Humala también publicó una carta dirigida al pueblo peruano en la que promete mantener la economía de mercado y respetar la propiedad privada. El documento es idéntico al que utilizó en 2002 Lula en Brasil para vencer las reticencias de los empresarios tras dos intentos fallidos de alcanzar la presidencia.

Normalidad en los comicios

Tanto Toledo como el presidente saliente, Alan García, celebraron la normalidad con la que se habían celebrado las elecciones y pidieron al próximo gobernante que mantenga las políticas de crecimiento y de creación de empleo y reducción de la pobreza. "Todos saben por quién he votado", dijo Toledo en referencia a su apoyo a Humala, "pero quiero que sepan que no he dado un cheque en blanco, que permaneceré atento y denunciaré cualquier maniobra que ponga en peligro la democracia".

García, del histórico partido aprista caído en desgracia, hizo un llamamiento a la unidad tras las elecciones y afirmó que el ganador tendrá todo su apoyo. El movimiento nacionalista ha acusado a Alan García de favorecer a la hija de Fujimori durante la campaña.

Ollanta Humala saluda a sus simpatizantes junto su esposa, Nadine Heredia, en la plaza Dos de Mayo de Lima.
Ollanta Humala saluda a sus simpatizantes junto su esposa, Nadine Heredia, en la plaza Dos de Mayo de Lima.PAOLO AGUILAR (EFE)

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