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Los desafíos de Brasil

Lula impulsa una inversión millonaria en las favelas de Río

El Gobierno brasileño pretende combatir la pobreza y acabar con el poder del narcotráfico

Juan Arias

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el lunes una inversión de 3.800 millones de reales (1.250 millones de euros) en las favelas de Río de Janeiro para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y luchar contra el crimen organizado. Este "desafío al narcotráfico" llega después de que una operación de las fuerzas de seguridad contra las bandas criminales dejara 19 muertos en la gran favela de Alemão la semana pasada.

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El enfrentamiento, en el que participaron 1.200 policías, desencadenó la protesta de algunas organizaciones internacionales de derechos humanos, a las que Lula respondió que no se puede combatir al narcotráfico "arrojando pétalos de rosa".

Del total de la inversión, 1.700 millones de reales (592 millones de euros) serán destinados a la creación de desagües y alcantarillado, y el resto se dedicará a urbanización, educación, salud y ocio, para intentar convertir las favelas en barrios normales donde pueda estar presente el Estado. Las instituciones oficiales hoy tienen que pedir permiso a las redes del narcotráfico para entrar pacíficamente en las favelas. Hasta al ministro de Cultura, Gilberto Gil, se le impusieron condiciones para poder visitar una de las barriadas.

La inversión forma parte del Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC) lanzado por Lula al inicio de su segundo mandato, en enero pasado. Parte de ese dinero saldrá del Gobierno federal y otra parte será desembolsado por el Gobierno estatal, que preside el gobernador Sergio Cabral. Más de un millón de personas viven en las barriadas de Río.

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Lula ha insistido en que ese dinero no se quede ahí parado, y que se fiscalice el gasto. Aludía a la crítica que él mismo suele hacer a los diferentes ministerios, que no consiguen a veces gastar lo presupuestado por problemas burocráticos. Haciendo uso de metáforas futbolísticas, Lula dijo que estaba dispuesto a "competir con los narcotraficantes", afirmación muy criticada por la oposición. El presidente se refería a las obras de carácter social que realiza el crimen organizado, ganándose las simpatías de los moradores de las favelas frente a una policía de la que dicen que sólo reciben tiros y miedo.

Lula ha dicho que está dispuesto a acabar con el crimen organizado en las favelas más pobres llevándoles "asfalto, luz, hospitales y escuelas", y ha recordado que desde hace 40 años dicha población pobre sólo recibe violencia y promesas, y que por eso acaba siendo mejor recibido en ellas el narcotráfico que el Estado.

Lula ofreció pleno apoyo a la guerra que el gobernador Cabral ha emprendido contra los traficantes de droga, para la cual ha movilizado a todas las fuerzas del orden, sin tener en cuenta las críticas a los presuntos excesos de la policía. "Hay gente que cree que es posible combatir el tráfico de drogas arrojando flores", dijo Lula, para continuar: "Tenemos que enfrentarnos a ellos conscientes de que a veces están mejor armados que la policía, con armas más modernas. Tenemos que ser conscientes de que la mayoría de las gentes que viven en las favelas son personas honradas y trabajadoras".

Dirigiéndose al gobernador Cabral, Lula dijo el lunes: "Necesite lo que necesite, estamos dispuestos a colaborar para que este Río vuelva a ser aquel Río que todos conocimos. Río tendrá que volver a ser maravilloso como antes".

Favelas en Río de Janeiro.
Favelas en Río de Janeiro.RICARDO GUTIÉRREZ

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