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Lula presenta un polémico libro sobre la dictadura militar

La investigación de la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos muestra las torturas y ejecuciones perpetradas contra los opositores por los militares en Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha querido apoyar la aparición de un polémico informe sobre los crímenes perpetrados durante la dictadura militar, presentándolo oficial y solemnemente en el Palacio Presidencial de Planalto, ante la presencia de ex activistas políticos que lucharon contra la dictadura, entre ellos algunos de los actuales ministros de su Gobierno. El libro, un trabajo de investigación realizado durante 11 años por la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, echa por tierra la tesis, defendida hasta ahora por los militares, según la cual muchas de las víctimas de la dictadura se habrían suicidado y muestra las ejecuciones y torturas sufridas por decenas de opositores al régimen militar (1964-1985).

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A pesar de haber sido invitados al acto de presentación del libro, titulado "Derecho a la memoria y la verdad", los tres comandantes de los tres cuerpos del Ejército se ausentaron, por lo que la representación militar quedó en manos del actual ministro de Defensa, Nelson Jobim, ex presidente del Tribunal Supremo.

Jobim ha hablado en nombre de los militares y ha afirmado que los responsables de los tres cuerpos del ejército recibieron "con normalidad" la publicación del informe, además de asegurar que no habría "reacciones de protesta". El ministro, sin embargo, ha añadido que las posibles reacciones personales de alguno de los militares "tendrían una respuesta adecuada". "Todos, uniformados o no, tenemos un compromiso con el pueblo brasileño y con la Historia de Brasil", ha señalado el ministro.

El presidente Lula ha defendido el derecho de los familiares de las víctimas de la dictadura a poder enterrar a sus muertos, muchos de ellos considerados desaparecidos. "Una de las heridas que permanecen abiertas de los tiempos de la dictadura", ha recalcado Lula, "es la de localizar los restos mortales de muchos de los opositores muertos. Sus parientes y amigos, siguiendo una tradición milenaria, reclaman el justo derecho sagrado de sepultar a sus seres queridos. Es un derecho sagrado, independientemente del credo religioso o político. Es ese derecho el que queremos rescatar sin rencor y sin revanchismo de cualquier tipo".

Por su parte, el presidente de la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, Marcos Antonio Barbosa, ha defendido el castigo para los militares que mataron y torturaron y ha afirmado, ante la presencia de Lula, que "buscar la justicia no es revanchismo".

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"La tortura es un crimen que no prescribe. Es inadmisible que pueda ser olvidada. Esa lucha aún no ha terminado. Los archivos aún no han sido totalmente abiertos y los cuerpos aún no han sido hallados", ha insistido Barbosa.

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