Lula quiere mediar entre Uribe y Chávez
El líder brasileño tantea una reunión en la cumbre amazónica de Manaos
Ante el alto voltaje que ha alcanzado en las últimas semanas el enfrentamiento entre Venezuela y Colombia, Brasil está decidido a asumir una vez más su papel de líder regional. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva pretende mediar entre el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, y el venezolano, Hugo Chávez, enfrentados a cara de perro, en una nueva tentativa de normalizar las relaciones entre los dos países.
El escenario será la próxima Cumbre de Países Amazónicos, que se celebrará en Manaos días antes de la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que arranca el próximo 7 de diciembre en Copenhague. Brasilia aún no ha puesto ninguna propuesta formal sobre la mesa, aunque sí ha confirmado que ya se están produciendo los primeros tanteos para concretar un encuentro bilateral entre el líder bolivariano y su homólogo colombiano bajo sus auspicios.
La cita de Manaos, en la que se reunirán los líderes de los países amazónicos (Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana y Surinam) estaba inicialmente prevista para el 26 de noviembre pero se ha pospuesto. Por el momento no hay una fecha concreta, si bien deberá producirse antes del 7 de diciembre ya que el encuentro tiene el objetivo de establecer una posición común de los países amazónicos ante la Cumbre de Copenhague. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, también ha confirmado su presencia en el cónclave de la capital amazónica ya que el departamento de ultramar galo de la Guayana Francesa abarca dentro de sus fronteras una pequeña parte de la Amazonia.
Vigilancia de la frontera
"Sería una buena ocasión para que los dos presidentes [de Venezuela y Colombia] hablasen. Si está en nuestra mano la posibilidad de sentarlos frente a frente, vamos a hacerlo, porque ya lo hicimos en otras ocasiones. Hubo otros momentos de conflicto entre Colombia y Venezuela en los cuales Brasil intervino a petición de las partes. Siempre lo hemos hecho a petición de las partes y con resultados positivos", confirmó este jueves en Río de Janeiro el asesor de Asuntos Internacionales de Lula, Marco Aurelio García, ante un grupo de corresponsales.
Según Brasil, el origen de los últimos enfrentamientos entre Chávez y Uribe, en los que el venezolano llegó a hacer un llamamiento a sus militares para que se preparasen "para la guerra", está en la situación que se vive en determinadas zonas fronterizas entre ambos países. "¿Por qué no crear una comisión de monitoreo de la frontera? Brasil estaría dispuesto a ayudar si fuera necesario y si fuese convocado. Creemos que esta iniciativa, a medida que vaya avanzando, podría ser un primer paso para un eventual pacto de no agresión entre los dos países", explicó García.
El asesor de política exterior de Lula ya avanzó esta posibilidad en una reciente entrevista con EL PAÍS: "Para el monitoreo conjunto ayudaríamos con medios técnicos, como aviones de vigilancia", especificó entonces García.
Según el brasileño, la misma experiencia ya se puso en práctica con éxito en el último conflicto diplomático entre Colombia y Ecuador. "En el pasado reciente, la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia también era una zona complicada, y en esta región los militares consiguieron establecer un acuerdo para intercambiar información. Brasil entonces propuso a los dos países ayuda para monitorear la región", recordó.
Altas fuentes diplomáticas brasileñas no consideran deseable que en una mediación de este tipo intervengan países no suramericanos, como España, posibilidad apuntada, sin embargo, desde algunos sectores colombianos. "Creemos que los asuntos de seguridad y defensa deben ser resueltos en el ámbito regional", aclararon.
En este conflicto que parece no tener fin, Lula podría ser un mediador válido, porque mantiene excelentes relaciones con Chávez y, al mismo tiempo, una interlocución franca y directa con Uribe, al que ya le ha dejado claro su malestar por el acuerdo que permite al Ejército estadounidense el uso de bases colombianas, sin garantías formales de que nunca serán usadas como trampolín para eventuales incursiones de EE UU en la región.
