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La policía mexicana cree que ex asesores del dirigente del PRI planearon su muerte

La policía mexicana sospecha que el asesinato del secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Francisco Ruiz Massieu, fue planeado por un grupo de personas que trabajó muy cerca de él durante su etapa como gobernador en el Estado de Guerrero, entre 1987 y 1993. Todos los indicios apuntan a que una de estas personas podría ser el ex diputado de su partido Abraham Rubio Canales, que cumple condena por fraude y malversación de fondos en una prisión de Acapulco. Rubio Canales es propietario de un rancho en Tamaulipas (al norte del país), donde trabajó tiempo atrás Daniel Aguilar Treviño, asesino confeso del dirigente del PRI.

Pese a que no existe información oficial al respecto, se supo ayer que Rubio Canales, que disfrutaba dé ciertas comodidades en la cárcel donde cumplía condena -disponía de un teléfono celular- fue trasladado de madrugada a la capital mexicana, donde está siendo interrogado.Rubio Canales, que durante un cierto tiempo fue colaborador de confianza de Ruiz Massieu, purgaba una condena de 14 años después de haberse descubierto hace dos años que se quedó con siete millones de dólares (más de 900 millones de pesetas) cuando era responsable de un fideicomiso oficial en la localidad turística de Acapulco, en el Estado de Guerrero.

Precisamente uno de los hombre que con más empeño insistió en llevar a los tribunales a Rubio Canales fue el entonces gobernador Ruiz Massieu, a quien la sociedad guerrerense y la clase política se le echó encima por este escándalo.

Este precedente y la coincidencia de que el joven que asesinó el miércoles al secretario general del PRI trabajó en una propiedad que el encarcelado posee en Tamaulipas son suficientes evidencias como para poder afirmar, según medios próximos a la policía, que las investigaciones van por buen camino.

También se supo ayer que una segunda persona, que fue detenida por la policía cuando intentaba fugarse a Estados Unidos, fue trasladada a la capital mexicana y sometida a severos interrogatorios. Esta persona no era ni Carlos Angel Cantú Narváez ni Fernando Rodríguez González, los dos individuos, actualmente en paradero desconocido, que la Procuraduría General de la República ha identificado como cómplices de Aguilar Treviño en el crimen.

Empleado en el Parlamento

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Rodríguez González fue identificado como la persona que contrató, a cambio de 50.000 pesos (dos millones de pesetas) al asesino de Ruiz Massieu. Pero lo más grave es que, hasta el miércoles, este individuo trabajaba en la Cámara de Diputados como secretario o asistente del diputado Manuel Muñoz Rocha, un ingeniero de Tamaulipas que preside la Comisión de Asuntos Hidráulicos. Muñoz Rocha se encontraba ayer en Tamaulipas, donde al parecer tenía previsto prestar declaración sobre su vinculación con Rodríguez González.Estas revelaciones, conocidas a través de la prensa, crearon conmoción y desconcierto en la clase política del país, no habituada a tener evidencias tan claras de acciones criminales entre personas vinculadas al medio político.

De hecho, la Procuraduría General de la República había omitido hasta ayer cuál era la profesión y dónde trabajaba Rodríguez González, limitándose a Señalar que fue él quien encargó al Aguilar Treviño matar al secretario general del PRI a cambio de dinero.

De lo aportado por la Procuraduría se supo que Daniel Aguilar Treviño, el autor material del asesinato, es un joven de 28 años sin profesión fija, que llegó semanas atrás a la capital mexicana desde Tamaulipas, su estado natal. Aguilar Treviño, en su confesión a la policía, reveló que, por mediación de un amigo, conoció a Fernando Rodríguez González, que le ofreció 50.000 pesos por matar a Ruiz Massieu, a quien vio por primera vez en una revista que le mostraron.

El intermediario de la operación fue su amigo y paisano Carlos Angel Cantú Narváez, que permanece en paradero desconocido desde el pasado miércoles.

La policía detuvo ayer en diferentes puntos rurales de Tamaulipas a 20 personas, entre ellas el padre, un hermano y otros familiares del asesino, así como a otros individuos relacionados con Cantú y con el rancho propiedad del ex diputado.

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