_
_
_
_
_

Al Maliki ordena parar la construcción del muro que EE UU levanta en un barrio de Bagdad

El Ejército estadounidense rehúsa comentar si van a cumplir las órdenes del primer ministro iraquí y el embajador tampoco lo aclara

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha ordenado hoy interrumpir la construcción del polémico muro de hormigón que levantan las autoridades estadounidenses para proteger el barrio bagdadí de Azamiyah, mayoritariamente suní y del que parten muchos de los coches bomba, según afirman los estadounidenses. Este anuncio ha pillado de sorpresa a EE UU, a juzgar por el mutismo con el que lo han recibido. Por un lado, el mando militar ha rehusado comentar si van a cumplir las órdenes del primer ministro y, por otro, el embajador eestadounidense en Bagdad tampoco lo ha aclarado. Las obras comenzaron el 10 de abril y se esperaban que concluyera antes de final de mes.

Más información
Protestas en Bagdad contra la construcción del muro que dividirá la ciudad
Al menos 47 muertos y más de un centenar de heridos en una nueva jornada sangrienta en Irak

Con el fin de dificultar los ataques suicidas y la guerra confesionalque se libra desde febrero de 2006, las autoridades militares estadounidenses confirmaron la semana pasada la construcción de esta valla, de cinco kilómetros de longitud y 3,6 metros de altura. Aunque puede parecer una defensa más en una ciudad repleta de vallas, barricadas, protecciones contra el coche bomba y puestos de control, es la primera vez desde la invasión de Irak en marzo de 2003 que se yergue una basada en principios sectarios, pues intenta separar un barrio suní de sus vecinos chiíes.

Tanto Estados Unidos como el Gobierno iraquí habían defendido hasta ahora la necesidad de construir esta cerca, a pesar de las protestas de los propios habitantes de Azamiyah, que lo consideraban una prisión. Ya la denominan el Muro del Sectarismo. Los residentes y los líderes suníes habían catalogado la medida como una forma de discriminación y de aislar a la comunidad, por lo que habían convocado una manifestación de protesta esta mañana, que se ha celebrado a pesar del anuncio de Maliki.

"Su construcción se parará

En su primera aparición pública desde el anuncio de su construcción, Al Maliki ha señalado que ha ordenado detener las obras. "Me opongo a la construcción del muro y su construcción se parará", ha indicado el mandatario durante una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la Liga rabe, Amr Moussa, en El Cairo. "Hay otros métodos de proteger a las vecindades. Este muro nos recuerda a otros", ha apuntado en una referencia evidente al muro que dividió Berlín durante la Guerra Fría y al que Israel levanta en Cisjordania. Maliki, que en un principio había aprobado los planes de EE UU, ha matizado: "En realidad, no es un muro de segregación, sino de protección, pero me temo que esta pared constituya un preludio para nuevos muros en Bagdad".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El portavoz del mando militar estadounidense Christopher Garver ha rehusado comentar si la construcción del muro se va a detener y se ha limitado a decir que todas las medidas de seguridad están "bajo constante revisión". "Nos coordinaremos con los comandantes iraquíes y el Gobierno iraquí para establecer medidas de seguridad eficaces y apropiadas", se ha limitado a decir Garver. El embajador de EE UU en Irak, Ryan Crocker, tampoco ha aclarado si seguirá adelante la construcción, pero sí ha precisado que EE UU "respetará" los deseos de Maliki. Al mismo tiempo que Crocker respondía a Maliki, cientos de suníes residentes en Azamiya han salido a la calle para manifestarse contra el muro.

Azamiya es una próspera área residencial con una población de clase media-alta y alta, y ha sido víctima en muchas ocasiones de la violencia sectaria a cargo de chiíes, cuyos barrios rodean este vecindario. Sin embargo, los chiíes argumentan que Azamiya sirve de refugio y cobertura a grupos insurgentes suníes que preparan sus atentados desde allí. Si llega a terminarse, Azamiyah será en una especie de cárcel, separada de los barrios de Shamasiya y Gurayaat, poblados mayoritariamente por chiíes. Estará completamente rodeada y habrá puestos de control de tráfico vigilados por soldados iraquíes, que serán los únicos puntos de acceso, según el Ejército.

Residentes del enclave de Azamiyah protestan hoy contra el muro, a pesar del anuncio de Al Maliki.
Residentes del enclave de Azamiyah protestan hoy contra el muro, a pesar del anuncio de Al Maliki.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_