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Medvédev promete modernizar Rusia sin más democracia

El presidente propone una economía basada en las nuevas tecnologías

Pilar Bonet

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, invocó ayer las nuevas tecnologías, Internet y las tarjetas electrónicas como si estos recursos fueran, por sí mismos, capaces de modernizar el país en el futuro, pero evitó abordar las causas de los problemas concretos y las responsabilidades personales e institucionales en su Administración y en el Gobierno dirigido por Vladímir Putin en temas como las restricciones a la democracia, la tolerancia con la corrupción a alto nivel y el mal funcionamiento de la policía y otros servicios del Estado.

El escapismo hacia las nuevas tecnologías fue ayer el hilo conductor del discurso sobre el estado de la nación, pronunciado por el presidente ante las dos cámaras del Parlamento y el Gobierno. Se trata de la segunda alocución en su género desde que Medvédev asumió el poder en mayo de 2008. El líder había querido partir del diálogo con la sociedad por Internet. Para ello, difundió en septiembre el artículo Adelante Rusia, donde se refería a la "modernización" en cinco campos: nuevas tecnologías en medicina, energía, información, desarrollo de sistemas cósmicos y de telecomunicaciones e incremento de la eficacia energética. En la "modernización" emprendida por el Kremlin, sin embargo, falta una relación clara entre "modernizar" Rusia y "democratizarla". Medvédev opinó ayer que el sistema de pluripartidismo se ha consolidado, "funciona de forma estable" y asegura "los derechos y libertades fundamentales de nuestro pueblo". El líder ignoró la masiva falsificación denunciada por los partidos de oposición en los comicios municipales del pasado 11 de octubre y propuso algunos pequeños cambios técnicos.

El dirigente cree que las corporaciones industriales públicas no tienen futuro
En política interior, apunta al Cáucaso del Norte como el problema más serio
El pragmatismo más absoluto guiará la política exterior del Kremlin
Moscú cooperará con otros países en asuntos como el plan nuclear de Irán
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"Ha llegado la hora de que nosotros, la actual generación del pueblo ruso, diga cómo hay que alzar Rusia a un nuevo nivel más alto de desarrollo de la civilización", dijo Medvédev, tras afirmar que para mantener el "prestigio de la patria" y el "bienestar nacional" no bastan la extracción del petróleo y el gas, el arma atómica y la capacidad industrial de la época soviética.

Se refirió Medvédev a las corporaciones estatales, un total de ocho conglomerados empresariales sui géneris (opacos y sin control parlamentario) que comenzaron a crearse en los últimos años de la presidencia de Putin. Medvédev, que en julio pasado firmó la ley creando la corporación Rosavtodor (dedicada a las carreteras), dijo ayer que considera "sin perspectiva" estas instituciones. Añadió que, o bien deben ser liquidadas cuando cumplan la función para la que se crearon, o bien, transformadas en sociedades anónimas controladas por el Estado para mantenerse después en el sector estatal, donde sea necesario, o bien venderse a inversores privados. Recientemente, el fiscal general Yuri Chaika denunció el destino irregular de los fondos adjudicados a las corporaciones, que en vez de dedicarse a los fines innovadores declarados permanecen como depósitos en los bancos.

Medvédev se refirió al Cáucaso del Norte como el problema más serio de la política interior de Rusia. "Continuaremos la lucha irreconciliable contra el terrorismo internacional, exterminaremos a los bandidos", señaló y anunció la creación de nuevas prestaciones sociales a quienes combaten en el Cáucaso. La situación se ve agravada por la falta de perspectivas vitales, explicó Medvédev, según el cual "el nivel de corrupción, violencia, relaciones de clanes en las repúblicas del Cáucaso del Norte no tiene precedentes". De las decenas de miles de millones de rublos entregados a la región para diferentes programas, parte han sido "robados abiertamente por los funcionarios" y eso, cuando "el paro y la pobreza masiva tiene niveles extraordinarios". En Ingushetia, el desempleo es de más del 50% de la población activa y en Chechenia, de más del 30% y de más del 40% entre los jóvenes. Además, el 20% de la población son desplazados de sus hogares. Medvédev pidió que se cree en el Gobierno un cargo que "responda personalmente" de la situación en el Cáucaso. Esta propuesta puede ser interpretada como una crítica a la labor de Dmitri Ustinov, el representante especial del presidente para el Cáucaso y en el pasado fiscal general de Rusia. Ustinov es considerado un hombre cercano a Putin.

Se refirió también Medvédev a la necesidad de dotar al Ejército con nuevos sistemas y prometió para el año próximo más de 30 misiles balísticos con base terrestre y marítima, cinco complejos de misiles Iskander (misiles operativo-tácticos), cerca de 300 unidades blindadas y tres submarinos atómicos y un buque de guerra, entre otras cosas.

En materia de seguridad, el principal esfuerzo es garantizar la seguridad europea y "formalizar jurídicamente" el principio de la indivisibilidad de la seguridad en el espacio euroatlántico, dijo. En el campo internacional, "nuestra política debe ser exclusivamente pragmática", afirmó. Medvédev está dispuesto a cooperar con otros países en "temas difíciles" como los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, la inestabilidad en Afganistán o el conflicto de Oriente Próximo.

Medvédev, durante el discurso sobre el estado de la nación.
Medvédev, durante el discurso sobre el estado de la nación.EFE

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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