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Merkel ofrecerá a Bush 1.000 soldados más para la misión en Afganistán

George Bush recibió ayer en Berlín la buena noticia de que el partido de la canciller Angela Merkel se plantea incrementar en 1.000 soldados su compromiso en Afganistán, una de las constantes reclamaciones de Washington. El presidente de EE UU aterrizó en la capital alemana tras cerrar en Eslovenia su octava y última cumbre con la UE expresando unilateralmente firmeza con Irán -"con armas nucleares, sería un país extremadamente peligroso", dijo-, ausente en el comunicado final de la cita con los Veintisiete.

Los responsables militares de las fuerzas aliadas en Afganistán, con EE UU a la cabeza, reclaman constantemente un refuerzo del actual contingente en el país asiático (ahora con unos 53.000 soldados de ISAF, junto a otros 20.000 norteamericanos) y, para satisfacción de Bush, el partido de Merkel parece dispuesto a responder al envite, según reveló ayer una fuente democristiana a Reuters. Concretar ese compromiso será más difícil, dada la oposición popular y la fragilidad de la coalición gubernamental de democristianos con socialdemócratas. El actual mandato parlamentario, que concluye en octubre, fija un máximo de 3.500 soldados para Afganistán, que habría que revisar para materializar el aumento de tropas.

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En el comunicado de la cumbre de ayer, EE UU y la UE valoran el esfuerzo de la OTAN en Afganistán y se comprometen a reforzar su asistencia a la policía del país.

La frialdad del comunicado conjunto contrastó con la intensidad de las manifestaciones verbales, en particular de Bush. Sobre Irán, el texto señala que Washington y la UE están "dispuestas a complementar las sanciones con medidas adicionales". Una fuente europea señaló que no hay nada más que la simple voluntad de cumplir lo acordado en la ONU, mientras otra fuente estadounidense no supo concretar de qué se estaba hablando si es que había algo nuevo en las medidas adicionales. La pasión la puso Bush. "Irán con armas nucleares sería extremadamente peligroso para la paz", alertó. Bush valoró los esfuerzos "del ministro de Exteriores Solana", que viaja a Teherán el próximo fin de semana.

Hubo diferencias sobre Cuba -Bush quería un lenguaje más exigente pero tuvo que conformarse con la petición de liberar presos- y sobre cambio climático. No se alcanzó ningún compromiso político, pero Bush se descolgó diciendo que esperaba un acuerdo este mismo año. "No creo que lo dijera en serio", señaló una fuente de su Gobierno.

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Bush y Merkel pasean por el parque que rodea el castillo de Meseberg, la residencia para invitados del Gobierno alemán.
Bush y Merkel pasean por el parque que rodea el castillo de Meseberg, la residencia para invitados del Gobierno alemán.AP

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