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Merkel quiere una Euroconstitución de bolsillo

Andreu Missé

Alemania pisa el acelerador para salvar como sea lo que pueda de la Constitución europea y mantener su sustancia. Los sherpas alemanes -Reinhard Silberberg, secretario de Estado para Asuntos Europeos, y Uwe Corsepius, asesor de la canciller, Angela Merkel- están intensificando los encuentros bilaterales estos días para buscar un compromiso sobre un nuevo texto.

"España, de entrada, se mantiene en el texto inicial y no acepta cambios", dice el secretario de Estado Alberto Navarro
Una victoria de Ségolène Royal cambiaría todo el escenario. La candidata francesa quiere incluir cuestiones medioambientales
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Alemania baraja un tratado muy breve, de sólo unos 70 artículos, frente a los 448 artículos del texto aprobado por todos los Estados en 2004. En la práctica se reduciría a la parte I, dedicada a valores, derechos, principios y funcionamiento. El texto intenta sintonizar con la idea de minitratado que ha postulado Nicolas Sarkozy y con las exigencias del Reino Unido y Holanda, que no quieren oír hablar de la palabra Constitución.

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Todo ello al albur de lo que ocurra en Francia. Una victoria de Ségolène Royal cambiaría el escenario. La candidata socialista pretende un debate más profundo a lo largo de un año y medio, para incluir cuestiones sociales, medioambientales y un mayor control sobre el Banco Central Europeo. El plan de Royal culminaría con un referéndum, el mismo día de las elecciones europeas de junio de 2009.

Merkel intenta alcanzar un difícil punto de encuentro que no suponga un desaire para los 18 países que han hecho los deberes ratificando la Constitución, los dos que la rechazaron y los siete que han aplazado indefinidamente su ratificación (Reino Unido, Irlanda, Polonia, República Checa, Portugal, Suecia y Dinamarca).

Consulta por correo

Silberberg y Corsepius enviaron la semana pasada un correo electrónico a los sherpas (representantes) de los otros 26 Estados, con 12 preguntas, para tantear su disposición a encajar cambios y a su vez escuchar sugerencias. Las preguntas son la base para los encuentros bilaterales "para conocer el estado de ánimo" y que terminan el 4 de mayo, según fuentes comunitarias.

De momento han pasado por el confesionario de Berlín: España, Italia, Austria, Polonia y algunos Estados bálticos. "España, de entrada, se mantiene en el texto inicial y no acepta ningún cambio", según Alberto Navarro, secretario de Estado para las relaciones con la Unión Europea.

El 15 de mayo se celebrará una reunión de todos los sherpas en Berlín, para aproximar acuerdos. Después Merkel iniciará conversaciones directas con los líderes sobre los asuntos más delicados. Está prevista una nueva reunión en Bruselas para el 23 de mayo.

Una fuente comunitaria advirtió de que "además de las 12 preguntas, Alemania se guarda otras cuestiones muy importantes como el reparto de competencias y la subsidiaridad", para discutirlas en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de junio. Durante el segundo semestre y bajo presidencia portuguesa se celebrará la conferencia intergubernamental, que deberá aprobar un texto definitivo antes de fin de año.

Dos estudiantes y Angela Merkel (derecha) observan un teléfono móvil durante un encuentro en Berlín dedicado al mercado laboral y las mujeres.
Dos estudiantes y Angela Merkel (derecha) observan un teléfono móvil durante un encuentro en Berlín dedicado al mercado laboral y las mujeres.REUTERS

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