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Último adiós a los soldados israelíes entregados por Hezbolá

Miles de personas han asistido a los funerales de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev.- La madre de Goldwasser pidió a los israelíes que "vean la guerra como una victoria"

Israel se ha vestido hoy de luto y dolor. Miles de personas han asistido hoya los funerales de Ehud Goldwasser y Eldad Regev, los dos soldados que fueron secuestrados por Hezbolá en julio de 2006 y cuyos cuerpos fueron entregados ayer a las autoridades israelíes a cambio de la liberación de cinco presos libaneses y los restos de 199 milicianos libaneses. La tristeza que cubre Israel por el destino trágico de los soldados, que no se conoció hasta ayer mismo, contrasta con la fiesta que ayer montó Hezbolá en Beirut para recibir a los presos liberados, en la que apareció en público el líder del Partido de Dios, Hasan Nasralá.

El primero de los dos soldados en recibir sepultura ha sido Ehud Goldwasser, que habría cumplido mañana 32 años. Miles de personas, llegadas de distintas zonas del país en autobuses, se han dado cita en a parte militar del cementerio de Nahariya, la localidad del norte de Israel donde residía. Su féretro, portado por sus compañeros de unidad, los Golani, ha sido enterrado en una ceremonia en la que han estado presentes un nutrido grupo de altos mandos militares, encabezados por el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y el líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu. También estaba presente la familia de Gilad Shalit, otro soldado que lleva dos años secuestrado, en este caso en manos del grupo radical palestino Hamás. Un rabino abría el cortejo fúnebre leyendo salmos, seguido por karnit, la viuda del soldado fallecido.

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Ehud Barak ha declarado, junto a la tumba de Goldwasser, que Israel tiene "el corazón destrozado" y que ha "pagado un alto precio" por los restos del soldado, con la liberación de cinco milicianos de Hezbolá, entre ellos Samir Kuntar, culpable del asesinato de cuatro israelíes, entre ellos una niña de cuatro años, en 1979.

En el sepelio, la madre de Goldwasser, Miki, se ha dirigido a los asistentes para decir: "Me presento ante vosotros con mis ojos alzados y una petición: Que os mantengáis en pie y levantéis vuestras cabezas con orgullo nacional". Ha pedido a los israelíes que "vean la guerra como una victoria", ya que su pueblo ha demostrado "ser fuerte y tener una juventud maravillosa".

Goldwasser y Regev, que ha sido enterrado por la tarde en la población norteña de Haifa, fueron capturados el 12 de julio de 2006 por un comando de Hezbolá cerca de la frontera israelí-libanesa. Este incidente, en el que, como se ha sabido hoy, los dos soldados resultaron muertos, desencadenó una guerra de 34 días en la que más de un millar de libaneses y 150 israelíes perdieron la vida.

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En el funeral de Regev, sus dos hermanos arroparon en todo momento a su progenitor Shlomo, viudo y que ahora pierde a su hijo menor, que en agosto iba a cumplir 28 años. "Estoy orgulloso de este país por el trabajo realizado para traerte a casa (...) Estoy orgulloso de ti, Eldad, mi hermano pequeño... un verdadero patriota", ha declarado con voz entrecortada en la ceremonia su hermano Ofer.

Críticas al homenaje

Sumido Israel en el dolor por la muerte de Regev y Goldwasser, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, criticó ayer la fiesta de homenaje que dio Hezbolá a los cinco presos libaneses. "Malditos sean los que celebran la liberación de un hombre brutal que aporreó el cráneo de una niña de cuatro años", dijo ayer Olmert.

Mientras, sigue el ambiente festivo en Líbano por el regreso de los prisioneros y por la entrega de los 199 cadáveres efectuada por Israel. Una caravana de camiones adornados con guirnaldas y flores, con los féretros de estos 199 milicianos, está recorriendo el país de sur a norte para que los fallecidos reciban el homenaje de los libaneses.

Soldados de la unidad militar de Ehud Goldwasser portan su féretro durante su funeral en Nahariya.
Soldados de la unidad militar de Ehud Goldwasser portan su féretro durante su funeral en Nahariya.AFP

Muertos el mismo día

Si ayer se conocía, tras dos años de angustia, que Ehud Goldwasser y Eldad Regev habían muerto en manos de Hezbolá, hoy un informe médico asegura que los dos años de secuestro no fueron tales, ya que ambos fallecieron nada más ser secuestrados, quizá el mismo 12 de julio de 2006 en que un comando de Hezbolá atacó a un grupo de soldados israelíes cerca de la frontera de Líbano.

Algunos medios israelíes publican hoy extractos de un informe realizado por médicos forenses del ejército que sostiene que Goldwasser murió en el acto tras ser alcanzado el vehículo en el que viajaba por el proyectil de un lanzagranadas. Por su parte, Regev también fue alcanzado por un lanzagranadas, pero sólo fue herido. Más tarde, quizá cuando intentó huir, recibió un disparo en la cabeza que, a juicio de los médicos, le provocó la muerte. Las conclusiones coinciden con la de un panel militar que analizó en su día el lugar donde se produjo el ataque.

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