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Miles de personas protestan en Los Ángeles contra la política migratoria de EE UU

El nuevo plan es mucho más conservador que el aprobado el año pasado por el Senado y que contaba con el visto bueno de Bush

Miles de personas marchan por el centro de Los Angeles, para protestar por las políticas migratorias de Estados Unidos.
Miles de personas marchan por el centro de Los Angeles, para protestar por las políticas migratorias de Estados Unidos.EFE

Miles de personas se han manifestado en Los Ángeles para protestar por la política migratoria del gobierno estadounidense, y solicitar la ciudadanía para los más de 12 millones de indocumentados que residen en el país. Muchos de los indocumentados del área se sienten traicionados por el presidente de EE UU, George W. Bush, a quien durante mucho tiempo habían considerado un aliado.

Un borrador de reforma migratoria de la Casa Blanca que se filtró a la prensa la semana pasada solicita el establecimiento de un nuevo visado Z, que permitiría a los trabajadores indocumentados solicitar permisos de trabajo por tres años. Esos visados se podrían renovar de forma indefinida pero costarían 3.500 dólares cada vez que expiran.

Para obtener un permiso y convertirse en residentes legales, los indocumentados tendrían que regresar a sus países de origen, solicitar la entrada legal a EE UU en una embajada o consulado estadounidense y pagar una multa de 10.000 dólares (unos 7.000 euros).

La propuesta ha sido criticada por grupos pro-inmigrantes, el Partido Demócrata, la Iglesia Católica y sindicatos, que argumentan que los costes de los permisos de trabajo y la solicitud de una tarjeta verde para obtener la residencia permanente superarían los 20.000 dólares ( unos 14.000 euros), un importe prohibitivo para trabajadores con sueldos bajos.

El plan es mucho más conservador que el aprobado el año pasado por el Senado y que contaba con el visto bueno de Bush. Esa iniciativa habría permitido que muchos de los 12 millones de indocumentados permaneciesen en EE UU, donde podrían trabajar y solicitar la residencia tras aprender inglés, pagar pequeñas multas y ponerse al día en el pago de impuestos.

Muchos conservadores en el Senado se opusieron a la medida que no logró la luz verde de una Cámara de Representantes, dominada entonces por los republicanos y que aprobó a finales del 2005 un duro proyecto de ley de reforma migratoria que generó nutridas manifestaciones en el país.

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