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Mohamed VI nombra embajador en España al hispanófilo Azziman

El nuevo emisario se encargaba de velar por los derechos humanos

El rey Mohamed VI de Marruecos nombrará en breve embajador en España a Omar Azziman, de 56 años, actual presidente del Consejo Consultivo de los Derechos Humanos (CCDH), un organismo oficial de defensa de esos valores, según indican fuentes diplomáticas. Azziman sustituirá a Abdesalam Baraka, de 49 años, que llegó a Madrid en 2000 pero estuvo ausente durante los 15 meses de la crisis diplomática hispano-marroquí.

Azziman rehusó ayer confirmar o desmentir su próximo nombramiento cuando se puso al teléfono en su despacho del CCDH, un cargo al que accedió en 2002 tras haber sido durante cuatro años ministro de Justicia.

Nacido en Tetuán, este hispanófilo estudió Derecho en Rabat y París antes de iniciar una carrera de abogado especializado en derecho mercantil y urbanístico. "Sus amigos, e incluso sus escasos detractores, le consideran un hombre íntegro", comentó ayer un antiguo colaborador suyo.

A partir de 1993 empezó a dedicarse a los derechos humanos, siempre desde instancias oficiales. Asesoró en esa materia a los jefes de Gobierno Karim Lamrani y Abdelatif Filali. Hassan II puso en sus manos la cartera de Justicia en el llamado "Gobierno de alternancia" que encabezó en 1998 el socialista Abderraman Yussufi.

Tras su salida del Gobierno desempeñó la presidencia del CCDH dónde elaboró informes moderadamente críticos con la falta de respeto de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.

Desde el CCDH alumbró la idea de crear el año pasado un organismo, Equidad y Reconciliación, encargado de aclarar, según sus palabras, "las desapariciones forzosas y las detenciones abusivas" de miles de marroquíes, en su mayoría militantes de izquierdas, durante los llamados "años de plomo" del reinado de Hassan II.

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Azziman reemplazará en Madrid a Baraka, otro tetuaní, que ejerció también como abogado antes de dedicarse a la política y ser nombrado ministro de Relaciones con el Parlamento en tres gobiernos sucesivos entre 1987 y 1997.

Baraka ha vivido en Madrid tiempos difíciles no sólo porque le tocó la crisis diplomática -fue llamado a consultadas por el rey alauí en octubre de 2001 y no regresó hasta febrero de 2003-sino porque su relación con la cúpula de su ministerio no fue nunca cordial. Se mantuvo en su puesto porque su labor era apreciada por el palacio real, según fuentes diplomáticas.

El relevo en Madrid coincide con otro cambio de embajador marroquí en otra capital europea con la que Rabat mantiene relaciones muy estrechas: París. Allí Hassan Abuyub, nombrado en 1999, será sustituido por Fatallah Sijelmassi, un diplomático de 38 años.

[Los ministros de Justicia de España, Juan Fernando López Aguilar, y Marruecos, Mohamed Buzubaa, anunciaron ayer el nombramiento de magistrados de enlace para reforzar la cooperación judicial. El juez español en Rabat será Ángel José Llorente y la marroquí en Madrid será Naziha Harrak].

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