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Guerra en el Cáucaso

Moscú advierte que aplastará a todo el que ataque a ciudadanos rusos

"El crimen de Tbilisi no quedará impune", dice el presidente Medvédev - Rusia despliega misiles en Osetia del Sur, según el espionaje de EE UU

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró ayer que Rusia no permitirá que maten impunemente a sus ciudadanos y que hará todo lo necesario para que "el crimen" cometido por Georgia en Osetia del Sur sea castigado. Mientras tanto, el líder de esa región separatista, Eduard Kokoity, destituyó a sus ministros e impuso el estado de emergencia y el toque de queda.

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"Si alguien cree que puede matar impunemente a nuestros ciudadanos, asesinar a los soldados y oficiales pacificadores, que sepa que no vamos a permitirlo", señaló Medvédev en Kursk, ciudad donde participó en los festejos del 65º aniversario de la batalla del mismo nombre durante la Segunda Guerra Mundial. "Todo el que trate de hacer eso, será aplastado", advirtió el dirigente ruso. "Tenemos la capacidad política, económica y militar para hacerlo", añadió

Medvédev pareció respaldar sus palabras con hechos. Rusia ha desplegado en Osetia del Sur misiles balísticos de corto alcance -con capacidad suficiente para destruir Tbilisi, la capital georgiana-, según informó ayer The New York Times, citando a fuentes de los servicios secretos. El dato no fue desmentido por el Pentágono pero sí negado rotundamente por Moscú.

Tras su paso por Kursk, Medvédev voló ayer a Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte, una de las repúblicas que forman la Federación Rusa. Allí intervino ante los soldados del 58 Ejército, que fue enviado a Osetia del Sur en ayuda de las fuerzas rusas de pacificación cuando fueron atacadas por Georgia, y prometió que tratará de conseguir que ese "crimen no quede impune".

"Lo que hicieron las autoridades georgianas está más allá del entendimiento humano; no se puede justificar sus acciones y, menos aún, dejarlas sin castigo", señaló el líder ruso, agregando que Rusia garantizará la paz y la estabilidad en el Cáucaso y, particularmente, en Osetia del Sur.

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El presidente de esa región separatista destituyó a su Gobierno después de criticar con dureza a los ministros por no cumplir eficazmente sus instrucciones y retardar la distribución de la ayuda humanitaria. Además, Kokoity introdujo por el plazo de un mes el estado de emergencia en todo el territorio surosetio y toque de queda desde las nueve de la noche hasta las seis de la mañana.

Kokoity reaccionó ayer a las declaraciones del ministro georgiano Temur Yakobashvili, quien habría dicho que Georgia se planteará de nuevo el problema de restablecer la integridad territorial del país una vez que las tropas rusas se hayan retirado.

"Teniendo en cuenta la última declaración de la parte georgiana en el sentido de que la operación para restablecer la integridad territorial de Georgia está sólo comenzando, estamos estudiando la conveniencia de proponer a Rusia que instale una base militar permanente en territorio surosetio", manifestó Kokoity, quien subrayó que sólo el gran vecino del norte puede garantizar que no habrá un nuevo intento de "genocidio" contra el pueblo osetio.

Mientras tanto, en Moscú, el vicejefe del estado mayor, general Anatoli Nogovitsin, declaró que Rusia no puede dar la fecha exacta en que habrá terminado la retirada de las tropas rusas, que, según el Kremlin, comenzó ayer. "Sólo puedo decir que no nos iremos con la misma rapidez con la que entramos en la noche del 7 al 8 de agosto para defender a los pacificadores rusos y a los habitantes de Tsjinvali", señaló el general Nogovitsin. El oficial culpó a la parte georgiana del fracaso del intercambio de prisioneros. El acuerdo era canjear 12 rusos por 15 georgianos, pero Tbilisi, según Nogovitsin, se puso exigente y la operación se abortó.

Por último, el general ruso confirmó que los buques de la flota del mar Negro controlan completamente las aguas adyacentes a las fronteras georgianas y dijo que regresarán a la base naval de Sebastopol, en Ucrania, sólo después de que el conflicto haya sido solucionado del todo.

Vehículos militares rusos circulan por una carretera, ayer, en las cercanías de la ciudad de Gori.
Vehículos militares rusos circulan por una carretera, ayer, en las cercanías de la ciudad de Gori.REUTERS

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