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Mugabe se apresta a jurar como presidente el domingo, según fuentes gubernamentales

Bush anuncia sanciones contra el régimen de Mugabe.- La ONU lamenta la celebración de la segunda vuelta, que gran parte de la comunidad internacional califica de "fraude"

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se dirige hacia una abrumadora victoria en una segunda vuelta donde participó como el único candidato, en unas elecciones boicoteadas por la oposición. Según fuentes gubernamentales, el mandatario que pretende extender los 28 años en el poder a pesar de las condenas internacionales, juraría al cargo mañana domingo.

Pero la irregularidad vivida en este país africano ha despertado una fuerte reacción en Washington, donde le presidente George W. Bush ha anunciado que impondrá sanciones unilaterales contra el Gobierno "ilegítimo" del presidente Mugabe. El líder norteamericano ha unido su voz a varios países y organizaciones y ha calificado de "farsa" la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas ayer viernes. Asimismo, Bush ha asegurado que también presionará para que la ONU actúe y apruebe, entre otros, un embargo de armas contra Zimbabue.

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Según gubernamentales en Harare, citadas por la agencia Reuters, los recuentos en dos tercios de los colegios electorales mostraban que Mugabe, de 84 años, vencía al líder de la oposición, Morgan Tsvangirai por un amplio margen.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, reunido a última hora de ayer en Nueva York , ha emitido un comunicado en que "lamenta profundamente" que el Gobierno de Zimbabue haya celebrado la segunda ronda de las elecciones presidenciales. El Consejo "reconoce que las condiciones para la celebración de elecciones libres y justas no se han reunido", afirma el comunicado leído por el embajador de EE UU, Zalmay Khalizad, actual presidente del Consejo.

El nombre de Tsvangirai quedó grabado en las boletas después de que las autoridades electorales rechazaran su decisión de retirarse de la contienda la semana pasada, alegando las actuaciones violentas contra sus partidarios. Desde entonces, el líder opositor se ha mantenido refugiado en la embajada holandesa en Harare.

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"El recuento indica que a pesar de los deseos de nuestros oponentes y la propaganda de nuestros enemigos, la asistencia ha sido grande y vamos a ver una Victoria aplastante", ha dicho uno de los funcionarios gubernamentales, que prefirió no ser identificado.

Sin embargo, testigos y observadores informaron de una baja asistencia en muchas áreas en las elecciones de ayer, que se celebraron a pesar de los numerosos llamamientos para que fuesen pospuestas tras el retiro de Tsvangirai. Incluso, en muchas áreas los zimbabuenses fueron obligados a votar por Mugabe, según los testigos, mientras que Tsvangirai, que ganó la primera vuelta y cuyo partido el Movimiento Democrático para el Cambio (MDC) se proclamó victoriosa en las elecciones parlamentarias celebradas el 29 de marzo, informó que millones de personas se abstuvieron de acudir a las urnas a pesar de la sistemática intimidación.

Continúa la presión

Muchos líderes de países occidentales urgieron a la Unión Africana a que tome acciones en una cumbre que comienza el lunes en Egipto. Afirman que la crisis política y la caótica situación económica en Zimbabue amenazan la seguridad regional. Por su parte, el MDC ha anunciado que participará en esa cumbre para buscar salidas a la situación.

"La cumbre tiene que tomar una posición firme sobre la transición que buscamos. Ahora es un asunto de paz y seguridad. Esperamos que este problema sea tratado con la atención urgente que merece. No debemos esperar que los ríos de sangre corran por las calles y que haya una completa interrupción del orden", ha dicho el portavoz del MDC, Nelson Chamisa.

La carta de presentación de Zimbabue es catastrófica: un cuarto del país vive en el exilio, el 80% de los que se quedan están en paro, hay una inflación del 160.000%, según el propio Gobierno y del 14.000.000% según algunos expertos. El ambiente se ha tensado en la última semana pero Mugabe, que gobierna el país con mano de hierro desde 1980, no ha reculado en ningún momento ante la presión internacional y ha apurado hasta el último día para hacer campaña.

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe
El presidente de Zimbabue, Robert MugabeREUTERS

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