La NTV, única cadena crítica rusa, bajo control del Kremlin

'Esto es el KGB en el poder', comentó el diputado y defensor de derechos humanos Serguéi Kovaliov. 'Esto es lo que el nuevo equipo del Kremlin llamaba 'seguridad informativa', que es hermana carnal de la 'democracia dirigida' , declaró Kovaliov.

La toma comenzó a las cuatro de la madrugada, cuando los guardias del monopolio Gazprom relevaron a los de la compañía Media-Most, imperio del magnate Vladímir Gusinski y del que NTV era el buque insignia. Boris Jordan -ciudadano estadounidense de origen ruso que a principios de abril fue nombrado director general del canal en una reunión de accionistas cuya legalidad los periodistas de NTV cuestionan- llegó al octavo piso de Ostánkino, donde se hallan las oficinas del NTV. Le acompañó Oleg Dobrodéyev, presidente de la televisión estatal RTR, quien anunció su dimisión apoyando al mismo tiempo la acción de Gazprom. Los contrarios a la toma de NTV consideran que esta dimisión es teatro y que lo más probable es que el presidente Vladímir Putin no acepte su renuncia.

Numerosos dirigentes políticos liberales salieron en defensa de la antigua NTV. Grigori Yavlinski, líder de Yábloko, calificó la toma de golpe. Vladímir Lukín, vicepresidente de la Duma, calificó los hechos de 'fórmula leninista'. 'Lo ocurrido muestra que en nuestro país no sólo se ha acabado la libertad de prensa, sino también la legalidad', dijo Serguéi Yushchenkov, diputado de la Unión de Fuerzas de Derecha.

Los principales periodistas de NTV dimitieron ayer por la mañana, negándose a colaborar con la nueva 'dirección usurpadora' y organizaron telediarios en TNT, canal que también pertenece a Media-Most. Yevgueni Kiseliov, director de la antigua NTV, volvió desde España. 'Estoy dispuesto a construir una nueva casa, sé cómo hacerlo y tengo fuerzas para ello', dijo Kiseliov. Horas más tarde, la agencia Interfax informó de que Kiseliov ha sido nombrado director de TV6, otra cadena de televisión.