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Nobuko Kan, una primera dama con agallas

La esposa del primer ministro sacude la conservadora sociedad japonesa

En un país donde las formas se graban desde el nacimiento con sudor y lágrimas, la primera dama de Japón, Nobuko Kan, ha vuelto a sorprender a propios y extraños por su implacable sinceridad. De 65 años, la muy popular Nobuko ha declarado que "no volvería a casarse" con el primer ministro Naoto Kan si tuviera la oportunidad de vivir otra vida.

Simpática, divertida y con las agallas que la caracterizan, Nobuko explicó su comentario en que ya lleva casada 40 años y, por tanto, si la brindaran la posibilidad de reencarnarse le gustaría experimentar algo diferente, porque todas las personas tienen ansias de cambio. "Ya he vivido esto una vez y no estoy interesada en repetirlo", ha dicho durante una comida en el Club de Corresponsales Extranjeros, según informa Reuters.

No es de extrañar que el primer ministro declarara, nada más asumir el cargo el pasado 8 de junio, que tenía "a la oposición en casa". Pese a ello, Naoto Kan siempre dice que su esposa es su "principal apoyo" y "votante más crítica" desde que inició su carrera política en 1976, aunque esa y las dos siguientes elecciones no las ganó. Sólo logró hacerse con un escaño de diputado en 1980.

"Paso más tiempo regañándole que alabándole. Tal vez debería ser un poco menos severa con él", ha reconocido quien, a los pocos días de que Naoto Kan se pusiera al frente del Gobierno, publicó un libro titulado ¿Qué diablos va a cambiar en Japón ahora que tú eres primer ministro?. Entre lo que le reprocha con suma ironía en este pequeño superventas está la escasa destreza del primer ministro en la cocina, su falta de gusto a la hora de vestir, e incluso su falta de habilidad para leer discursos, improvisar y mandar.

Nobuko, una conocida activista y prima hermana del hombre con el que lleva 40 años casada y con el que ha tenido dos hijos, ha confesado que cuando llegó en junio al Kantei, la residencia del jefe del Gobierno, se llevó sólo la ropa de verano debido a lo fugaces que habían sido los tres predecesores de Naoto Kan. Sin embargo, ha destacado la resistencia del marido y su "pasión" por cambiar Japón para mejor.

Sobre la difícil tarea parlamentaria asegura que el líder del Partido Democrático de Japón le dice antes de los debates: "No me gusta demasiado el Parlamento, pero es mejor que discutir contigo". Y se va a la Dieta.

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Las declaraciones de Nobuko aparecen en mitad de la polémica desatada en el país por el pleito presentado ayer contra el Gobierno por cinco mujeres opuestas a la ley que obliga a perder el apellido de solteras al casarse, ya que impone un solo apellido, por lo que son abrumadoramente a las mujeres las que se ven forzadas a adoptar el de los maridos. Los demandantes sostienen que la ley vulnera la libertad individual que garantiza la Constitución.

En 1996, se elaboró un proyecto de ley que daba a las mujeres el derecho de retener su apellido de solteras pero los conservadores lo tumbaron porque consideraron que esta libertad podía minar la unidad familiar.

Las demandantes piden también al Gobierno una compensación de un millón de yenes (9.252 euros) por los "daños psicológicos" sufridos por la pérdida de sus apellidos.

Nobuko Kan con su marido Naoto, primer ministro de Japón, votando en un colegio electoral en Tokio para la elección de los representantes de la Cámara Alta.
Nobuko Kan con su marido Naoto, primer ministro de Japón, votando en un colegio electoral en Tokio para la elección de los representantes de la Cámara Alta.AFP

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