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Nuevas protestas en una zona tibetana de China

Según el diario inglés 'The Times' la policía ha abierto fuego matando a ocho personas

Nuevas protestas se registraron el jueves en la noche en la provincia de Sichuan, una zona étnica tibetana del suroeste de China, con el saldo de un oficial de policía gravemente herido de acuerdo a la prensa china. El periódico inglés The Times, sin embargo, señala en su página web que la policía ha abierto fuego contra los manifestantes y que se registran ocho muertes.

Las autoridades del Tíbet han informado por primera vez que la cifra de detenidos tras los disturbios registrados en Lhasa a mediados de marzo supera las 1.000 personas, sobre las que afirman que fueron "capturadas" o se entregaron voluntariamente.

Los disturbios del jueves en la noche se produjeron en el monasterio de Donggu, un edificio del Siglo XV, en el que según varios testigos citados por el diario británico, la policía irrumpió para incautarse de los teléfonos móviles y las imágenes del Dalai Lama.

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"La policía se vio obligada a lanzar disparos de advertencia y acabar con la violencia", dijo un funcionario del Gobierno de la provincia. "Un policía fue atacado y resultó gravemente herido en los disturbios".

Donggu está en la provincia de Sichuan, donde se produjeron violentas revueltas contra Pekín después de los disturbios registrados en Lhasa, la capital del vecino Tíbet, y a favor del regreso del líder espiritual budista, el Dalai Lama.

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En esta ciudad, según declaraciones de Wang Xiangming, subsecretario del Partido Comunista en Lhasa, recogidas hoy por el diario South China Morning Post, 800 personas fueron arrestadas durante los días de mayor violencia, el 14 y 15 de marzo. Otros 280 detenidos se entregaron voluntariamente antes del periodo de gracia promulgado por las autoridades chinas que finalizó el 17 de marzo, añadió el funcionario.

Los disturbios, los peores registrados en el Tíbet en 20 años y en los que según las autoridades murieron 19 civiles, la mayoría de etnia Han, a manos de tibetanos, han puesto de nuevo en el punto de mira a Pekín en cuestión de derechos humanos a cinco meses de la celebración de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, los grupos tibetanos en el exilio señalan por su parte que la cifra de muertos real asciende a 140, de ellos al menos 13 personas fallecidas por los disparos de las fuerzas de seguridad chinas contra los manifestantes, según la organización Free Tibet Campaign.

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