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La OTAN del siglo XXI debe prepararse para misiones fuera del territorio aliado

Un informe recomienda para el futuro Concepto Estratégico una defensa avanzada, ágil y flexible

Los ataques del 11-S contra Estados Unidos dejaron repentinamente viejo en 2001 el concepto estratégico de la OTAN actualizado sólo dos años antes para responder a potenciales amenazas a la seguridad euroatlántica. La doctrina concebida en torno a defensa territorial en Europa con concentraciones masivas de tropas, ya devaluada con el fin de la guerra fría, reclamaba una adaptación a un entorno de seguridad cada vez más volátil y menos predecible: terrorismo, proliferación nuclear y de otras armas de destrucción masiva, ciberataques, sabotaje de líneas de aprovisionamiento energético o amenazas a vías de transporte marítimo, por citar algunos factores. "Con frecuencia una defensa efectiva contra estas amenazas no convencionales a la seguridad empieza fuera del territorio de la Alianza", señala el informe elaborado por un grupo de expertos sobre cómo la OTAN debe actualizar su doctrina con vistas a 2020.

"La Alianza del siglo XXI debe de ser ágil y flexible para un tiempo plagado de factores imprevisibles", dice Madeleine Albright, la ex secretaria de Estado norteamericana que ha presidido el grupo de expertos que ha hecho prospectiva de defensa sobre casi un año. Que el ataque contra uno deba ser considerado un ataque contra todos, como señala el artículo 5 del Tratado de Washington, sigue siendo la piedra angular de la Alianza, pero ahora "hay que estar dispuestos a asumir riesgos en el exterior" y prepararse para ello, advierte Albright.

"La OTAN no tienen la ambición de convertirse en gendarme del mundo", precisa Anders Fogh Rasmussen, secretario general aliado, al recibir el informe OTAN 2020. Seguridad garantizada; implicación dinámica preparado por Albright y sus colaboradores como semillero de ideas con vistas a la actualización de la doctrina de defensa de la Alianza. "No es el nuevo Concepto Estratégico", matiza Rasmussen, que debe elaborarlo con otras contribuciones, incluidas las de los Gobiernos, para que los líderes aliados lo aprueben en la cumbre de finales del próximo noviembre en Lisboa.

La OTAN de 2020 debe asumir un "compromiso dinámico más allá del área del tratado para minimizar amenzas" apunta el documento, que pide que el Concepto Estratégico para la próxima década fije las directrices sobre cómo la Alianza debe decidir el cuándo y el dónde de su intervención exterior. Con una doble cautela: "La Alianza no debe ser tan ambiciosa como para asumir misiones que no pueda cumplir ni debe estar tan aletargada como para no preparase para las operaciones necesarias".

Albright considera que "los aliados deben de pensarse mucho sobre lo que hay que hacer en caso de intervención fuera de la zona" euroatlántica, pero "los horrores que existen y que pueden llegar están fuera de la Alianza". Rasmussen no adelanta qué propondrá en el borrador de Concepto Estratégico que debe elaborar de aquí al otoño, pero Afganistán, la primera y gran operación de calado fuera de zona, con sus muchas sombras ofrece lecciones. "Las intervenciones fuera de zona se basan en dos principios", señala el secretario general, "debe ser una intervención por la seguridad de los países miembros y debe responder a un desafío a la comunidad internacional y conforme a los principios de la Carta de Naciones Unidas".

El informe también defiende la vigencia de la disuasión nuclear "mientras las armas nucleares sean una realidad en la relaciones internacionales". Y responde sin mencionarlos a los cinco países (Alemania, Noruega y los tres países del Benelux) que han pedido una Europa libre de arsenales nucleares: "La participación de Estados no nucleares puede asumir la forma de despliegue nuclear en sus territorios o por medidas de apoyo no nucleares".

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Albright y sus expertos recomiendan asimismo que la OTAN adopte como propia la defensa antimisiles, que tiene a Irán como principal objetivo. Rasmussen es personalmente partidario. "Estoy de acuerdo, pero eso lo decidirán los líderes en la cumbre de Lisboa", dice. "Estamos ante una amenaza real y necesitamos una defensa auténtica para la población".

Para con Rusia y con ánimo de disolver a desconfianzas mutuas (la doctrina de defensa rusa reiteró recientemente que la OTAN era la principal amenaza y entre los aliados hay algunos con razones geográficas e históricas para dudar de Moscú), el grupo de trabajo pide que el Concepto Estratégico insista en que Rusia no debe ver a la Alianza como una amenaza y que ofrezca potenciar la colaboración en áreas de interés mutuo. "Hay una mano tendida a Rusia", resume Albright.

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