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Obama otorga a India la condición de "aliado indispensable"

El presidente norteamericano se reúne en Washington con el primer ministro indio, Manmohan Singh, en busca de un aliado que haga un contrapeso imprescindible ante el avance de China

Antonio Caño

A modo de extensión de su reciente gira asiática, Barack Obama ha recibido este martes en la Casa Blanca al primer ministro de India, Manmohan Singh, a quien le reconoció públicamente la calidad de "aliado indispensable" como líder de un país que debe de servir como contrapeso a China en la nueva estrategia global de Estados Unidos.

Obama ha definido las relaciones indio-norteamericanas como "una de las alianzas decisivas del siglo XXI". El presidente estadounidense ha dicho que India, el segundo país más poblado de la Tierra y uno de los poderes nucleares, resulta esencial para acelerar la recuperación económica, frenar la proliferación de armas atómicas, combatir el terrorismo y frenar el cambio climático.

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Al igual que China, India juega, efectivamente, un papel fundamental para los intereses norteamericanos en Asia. Pero, a diferencia del gigante gobernado por el partido comunista, India, la mayor democracia del mundo, comparte también con Estados Unidos los valores de la libertad, la justicia y el respeto a los derechos humanos. Esas cualidades, unidas a su dinamismo económico y su empuje tecnológico, lo convierten potencialmente en un aliado de la talla de Japón, Alemania o Israel. Particularmente en Asia, India constituye, junto a Japón y Corea del Sur, el trío de países destinado a evitar la hegemonía absoluta de China.

Obama parece consciente de esa relevancia y ha agasajado al primer ministro de India con la primera visita de Estado de esta Administración, lo que incluyó una recepción oficial, una larga entrevista y una cena de gala con destacados invitados del ámbito económico y cultural. Además, se ha comprometido a devolver la visita el año próximo.

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Terrorismo, cambio climático y proliferación nuclear

Después de décadas en las que la política exterior de India estaba limitada a su histórico enfrentamiento con Pakistán, el Gobierno de Singh afronta una serie de retos internacionales en los que coincide más que colisiona con Estados Unidos.

Uno de ellos es el terrorismo y, por tanto, Afganistán. Si en algún momento cualquier infortunio para Pakistán era recibido con alborozo en Nueva Delhi, en estos momentos una victoria de los talibanes que pudiera desestabilizar también Pakistán no es necesariamente una buena noticia para India.

Como demostraron los ataques de Bombay el año pasado, India está incluida hoy entre los objetivos de los terroristas, que ven en la vieja rivalidad entre hindúes y musulmanes en ese país una oportunidad para hacer avanzar su causa.

Obama y Singh han insistido en su voluntad de colaborar mediante el intercambio de información y otros mecanismos para impedir el progreso de la violencia extremista. "Las fuerzas del terrorismo en nuestra región amenazan a todo el mundo civilizado y deben de ser exterminadas", ha afirmado el primer ministro indio.

Como país en desarrollo y poseedor de armamento atómico, India es también una voz muy influyente de cara a la misión del presidente norteamericano contra la proliferación nuclear. Singh ha asegurado que comparte el objetivo de un mundo sin armas nucleares y ha dicho que participará en la conferencia que Obama diseña para el próximo año sobre ese asunto.

Un papel similar puede asumir India en lo que afecta al cambio climático. Aunque, como reveló la conferencia de prensa que los dos líderes han ofrecido hoy en la Casa Blanca, ya no hay tiempo de que India y Estados Unidos alcancen un acuerdo bilateral antes de la cumbre de Copenhague, el compromiso de ambos de investigar conjuntamente sobre energías limpias y estudiar medidas de limitación de gases, puede en el futuro ser un estímulo para otros grandes contaminantes, especialmente China.

Más comercio bilateral

Pero una nación de más de mil millones de habitantes cuya economía es la de mayor crecimiento mundial es para Estados Unidos, sobre todo, una fuente de intercambio comercial y, como consecuencia, de creación de empleo. Obama ha recordado a ese respecto la necesidad de que los dos gobiernos impulsen un crecimiento "equilibrado y sostenido", que es el modo retórico de mencionar el deseo norteamericano de que la sociedad india compre más productos norteamericanos.

Una de las compras en la que actualmente las empresas de Estados Unidos compiten con las de Rusia y Europa es la del programa de nuevos aviones de combate, al que India ha destinado 10.000 millones de dólares y sobre el que debe de decidir a comienzos del verano. Tradicionalmente, India se ha abastecido de armas, incluidos aviones de combate, en Rusia. Pero en esta oportunidad, el Ejército indio está considerando la posibilidad de diversificar su arsenal, también con el propósito de seguir la estela de Paquistán, que recientemente compró aviones a China y que es uno de los principales receptores mundiales de ayuda militar norteamericana.

Obama no quiso poner en duda el futuro de esa ayuda pero ha asegurado que su deseo es el de una relación equilibrada con India y Pakistán y el de trabajar por una convivencia fructífera entre ambos.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, y el presidente estadounidense, Barack Obama, hoy en la Casa Blanca
El primer ministro indio, Manmohan Singh, y el presidente estadounidense, Barack Obama, hoy en la Casa BlancaAFP

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