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Obama vincula el escudo antimisiles a las ambiciones nucleares de Irán

Medvédev rechaza negociar ambas cuestiones como si fuera "un intercambio"

Barack Obama dijo ayer que el futuro del escudo antimisiles estadounidense en Europa del Este está vinculado a la voluntad de Irán de obtener armas nucleares y pidió a Rusia colaboración en este ámbito. Aun así, el presidente de Estados Unidos negó que haya ofrecido un trato firme sobre esta cuestión a su homólogo ruso, desmintiendo una información publicada por el diario The New York Times. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, de visita en Madrid, habló con tono conciliador al apreciar las "señales positivas" recibidas de Washington, aunque mostró su poca confianza en este tipo de acuerdos de "intercambio", a los que calificó de poco "productivos".

El Times publicó ayer en su primera página, citando fuentes anónimas, que Obama había enviado una carta confidencial al presidente ruso en la que sugería que EE UU podría congelar la construcción del escudo antimisiles, a cambio de un mayor compromiso de Moscú para paralizar las ambiciones nucleares del régimen de los ayatolás.

Washington quiere la ayuda de Moscú en Afganistán contra el terrorismo

La Casa Blanca ha confirmado la existencia de la carta, en respuesta a otra enviada por Medvédev felicitando a Obama por su elección, pero no la interpretación de su contenido. "Creo que las informaciones de The New York Times no describen la carta fidedignamente", dijo el presidente. "Lo que dije en la carta es algo que he dicho públicamente: que el escudo de misiles que hemos tratado de desarrollar no está dirigido a Rusia, sino a Irán. Ésa ha sido siempre nuestra preocupación: que podía haber misiles de Irán que podrían amenazar EE UU o Europa. Lo que aclaraba en mi carta es que, obviamente, si se redujera la voluntad de Irán de obtener armas nucleares, se reduciría a la vez la presión por construir un sistema de defensa contra esos misiles".

Obama aseguró también que tratará de "reiniciar y reanudar" las relaciones con Rusia, después de los exabruptos vividos durante la segunda legislatura de George Bush, no sólo por la construcción del escudo de misiles, sino también por la invasión de Georgia el pasado verano. Entre los ámbitos en los que Obama quiere obtener una mayor colaboración están el del control de la proliferación de armas nucleares y el de la lucha contra el terrorismo internacional en Afganistán.

De todos modos, el presidente también dio garantías a Polonia, República Checa y el resto de países de la OTAN de que EE UU velará por su independencia y mantendrá vivo el compromiso de protegerlos ante un eventual ataque, tal y como se recoge en el Tratado del Atlántico Norte.

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A diferencia de EE UU, Rusia mantiene relaciones diplomáticas con Irán. Moscú ha construido la primera planta de energía nuclear iraní, situada en la localidad de Busher y que ha costado 1.000 millones de dólares (795 millones de euros). El Gobierno iraní comenzó las primeras pruebas de funcionamiento hace un mes. Irán mantiene que su programa nuclear es civil y destinado a la producción de energía, aunque ha prohibido en reiteradas ocasiones el acceso total de inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a sus instalaciones.

Medvédev dijo por su parte en Madrid que Rusia quería mantener una relación normal y plena con EE UU, tanto en época de George Bush como hoy, y que esperaba que las "señales positivas" recibidas de Washington se plasmen en acuerdos importantes, no sólo para Rusia y EE UU, sino para el mundo.

Refiriéndose a la información publicada por el Times, el presidente ruso admitió que ha mantenido correspondencia con su homólogo estadounidense, pero puntualizó: "No planteamos un intercambio porque no es productivo".

El escudo antimisiles, tal como lo formuló la Administración estadounidense, "suscita grandes dudas y dificulta la seguridad en el continente", prosiguió Medvédev, quien se mostró en cambio favorable a un "escudo amplio y en el que se pueda confiar". "Si la nueva Administración norteamericana demuestra sentido común y propone alguna nueva estructura que sea aceptable para todos los europeos, para EE UU y para nuestro país, estaríamos dispuestos a negociarlo". La estructura en cuestión debe ser una "construcción global y no fragmentos cerca de las fronteras con Rusia", explicó.

Respecto al nuevo Gobierno de Obama, el dirigente ruso fue optimista. "Las señales de que están dispuestos a debatirlo son positivas. Hace un mes las señales eran otras, que la decisión estaba tomada". Medvédev agregó que las negociaciones sobre el escudo no están condicionadas al trabajo sobre el programa nuclear de Irán, y subrayó que los contactos con EE UU nunca habían cesado, "ni siquiera en los tiempos de mayor confrontación".

Otros temas pendientes

- Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales. El FACE (en sus siglas en inglés) fue firmado en 1990 por la OTAN y el Pacto de Varsovia y limitó el despliegue de armas. La disolución del Pacto de Varsovia, en 1991, hizo necesaria una revisión en 1999. Los países de la OTAN no la han ratificado.

- Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. El START (en inglés) fue firmado en 1991 para fijar limitaciones en la cantidad de misiles y cabezas nucleares. Este acuerdo caduca en diciembre de 2009.

- Ampliación de la OTAN. La posible entrada de Georgia y Ucrania en la Alianza irrita a Moscú. Los aliados dejaron la puerta abierta a ambos países, pero tendrán que esperar.

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