Ofensiva suicida de los talibanes contra dos ciudades

Al menos nueve personas murieron ayer en un ataque de la guerrilla de los talibanes contra centros oficiales y bases militares en las ciudades de Gardez y Jalalabad, en el este de Afganistán. En la ofensiva intervinieron también varios terroristas suicidas que hicieron estallar las cargas explosivas que portaban. Fuentes gubernamentales aseguraron que al menos cinco miembos de las fuerzas de seguridad y cuatro combatientes talibanes murieron.

Un portavoz del Ejército de Estados Unidos en la zona confirmó al menos tres atentados suicidas, en tanto que los talibanes, que se atribuyeron los ataques, aseguran que fueron 15 los asaltantes cargados con bombas que se habían lanzado contra edificios oficiales de Gardez. Al menos dos de los asaltantes iban vestidos con el burka, la vestimenta tradicional que cubre todo el cuerpo, incluso la cara, impuesta durante el régimen talibán a las mujeres afganas, según la agencia France Presse. En Jalalabad, otros dos terroristas intentaron penetrar con explosivos en una base militar próxima al aeropuerto.

El resurgimiento de la violencia en la zona fronteriza con Pakistán coincide con la intensificación de la gran ofensiva desencadenada por miles de marines estadounidenses y de soldados británicos en la provincia de Helmand, al sur de Afganistán, el feudo de los talibanes y donde se concentra la mayor parte de los cultivos de amapolas de opio en el país. EE UU y la OTAN han reforzado su despliegue militar para garantizar la seguridad durante las elecciones presidenciales afganas, previstas para el 20 de agosto.

Los ataques en Gardez, capital de la provincia de Paktia, y Jalalabad, capital de de Nangarhar, se produjeron poco antes de la visita a Kabul del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana. "La situación de seguridad no evoluciona de forma ideal en Afganistán", reconoció Solana.