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Todos 'muyahidin'

La angosta vereda que lleva a Afganistán parece necesitar un agente de tráfico. Al movimiento de los vehículos pesados se une la emotividad de los guerrilleros afganos, que saltan del tractor al encontrar en el que viene de frente a un muyahidin al que llevan tiempo sin ver. Abrazos, besos y el cuchicheo de las operaciones que se realizan muestran el entendimiento de los combatientes entre sí, lejos de las divisiones partidistas.

Yanai Gul, comandante del fundamentalista Hezb-I-Islami (Partido Islámico, de Yunus Jalis), que tiene 5.000 hombres en Yayi y con quien ha viajado esta enviada especial a la zona, saluda sin cesar a unos y otros. Para él son todos muyahidin, la filiación no tiene valor. Son hombres que luchan por el ideal común de tener un país regido por la ley islámica y no por los comunistas.

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Y tal vez los más empecinados en su defensa del partido y sobre todo de su líder sean los muyahidin del Hezb-I-Islami de Gulbudin Heckmatiar. Este hombre, el más joven de los líderes de los siete partidos suníes de la alianza y actual presidente de ésta, es también el fundamentalista más radical. En Yayi cuenta con 6.000 guerrilleros. El Jamiat-I-Islami (Sociedad del Islam), el partido mejor implantado, tiene aquí 3.000 muyahidin y atros tres partidos restantes cuentan con 2.000 cada uno. 'No todos los 27.000 muyahidin coinciden en el área, suelen estar uno o dos meses en Afganistán y luego vuelven a Pakistán.

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