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Catástrofe en el Pacífico

PSOE y PP tratan de evitar el debate sobre las nucleares

Los populares mantienen su apuesta pero con cautela y se alejan de FAES

Al PSOE le incomoda notablemente el debate sobre la energía nuclear y más en vísperas de elecciones y al calor de una catástrofe como la de Japón. Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, se escudó ayer en la imposibilidad de llevar a cabo un debate en caliente, tras un accidente grave, para eludir la posibilidad de estudiar el futuro de las nucleares.

Aseguró que no caerán en la trampa del PP para abrir ese debate y dijo estar sorprendido de que Mariano Rajoy lo haya hecho y haya hablado "de estas cosas en medio de una vorágine y un clima que no es el más adecuado para hacer un debate sereno".

El portavoz del PSOE aseguró que su partido no ha modificado su posición sobre la energía nuclear. Sin embargo, hace pocas semanas, el Grupo Socialista pactó con CiU eliminar la mención expresa en la ley de economía sostenible a los 40 años de vida útil de las centrales nucleares. En ese debate, el PSOE se mantuvo en la ambigüedad de llegar a ese acuerdo y mientras asegurar que mantenía intacta su posición.

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La polémica sobre las centrales ya provocó tensiones en el Gobierno cuando se decidió el cierre programado de Garoña y la designación del municipio en el que se construirá el cementerio de residuos nucleares. Por eso, los socialistas quieren eludirlo ahora. Parte de sus bases son antinucleares.

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En el PP también se movieron ayer con mucha cautela, casi miedo, ante un debate que creían controlado y que se les escapa de las manos con el accidente de Japón. Hasta seis veces fue preguntada Dolores de Cospedal por un posible giro tras el accidente japonés, que esquivó con respuestas ambiguas. El sábado, en Gijón, Mariano Rajoy volvió a apostar por la energía nuclear. Pero ayer evitó el asunto en su discurso ante la Junta Directiva. Rajoy no se somete a ruedas de prensa, por lo que no se le pudo preguntar.

En la reunión interna, solo Manuel Fraga, siempre incontrolable, le pidió que estuviera "atento" al debate sobre la energía nuclear que va a provocar el accidente y le reclamó que mantuviese la apuesta pronuclear del PP. Rajoy resolvió el asunto con un "lo estudiaremos", sin mojarse.

Cospedal sí se vio obligada a contestar a las preguntas. Dijo que el PP no ha cambiado su posición pero la matizó mucho. De la apuesta pronuclear de los últimos meses, pasó a decir que el PP solo está a lo que digan los técnicos y ahora la Unión Europea, que analizará las consecuencias de la catástrofe: "siempre hemos dicho que creemos en un mix energético que incluya renovables, gas, petróleo o energía nuclear. Pero con seguridad".

Se le preguntó varias veces si el PP apoya el modelo defendido la semana pasada por FAES, la fundación del partido, presidida por José María Aznar, que apuesta abiertamente por la construcción de nuevas centrales y alargar la vida de las actuales de 40 a 60 años, Cospedal primero intentó esquivar insistiendo en que el PP hará lo que digan los técnicos y al final se distanció: "FAES es FAES y el PP es el PP".

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