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Pakistán libera al empleado de la CIA que mató a dos personas

Pakistán absolvió y liberó ayer a Raymond Davis, un contratista de la CIA que el pasado 27 de enero mató a tiros a dos paquistaníes en uno de los puntos más concurridos de Lahore, al noroeste del país.

Davis ha sido perdonado a cambio de dinero de sangre, el pago que de acuerdo a la sharía o ley islámica se puede pagar a la familia de los asesinados para recibir perdón y es común en estos casos en Pakistán.

El incidente del contratista de la CIA sumió a Estados Unidos y Pakistán en la crisis diplomática más grave desde el periodo posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Washington pospuso unas negociaciones de alto nivel sobre Afganistán y amenazó con cortar las ayudas económicas a Islamabad.

"Las familias [de los asesinados] han asegurado al tribunal que han aceptado el dinero de sangre y lo han perdonado", aseguró a los medios de comunicación paquistaníes Rana Sanaullah, ministro de justicia del Estado de Punjab, cuya capital es Lahore.

Raymond Davis confesó los asesinatos alegando que actuó en defensa propia porque ambos hombres intentaron robarle. Sin embargo, la policía aseguró tras una investigación que los asesinatos fueron "a sangre fría".

Estados Unidos, con el presidente Barack Obama a la cabeza, había pedido la liberación de Davis, al considerar que gozaba de inmunidad diplomática, pero nunca aclaró por qué contaba con dicho privilegio.

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'Dinero de sangre'

Davis fue liberado ayer de prisión tras el acuerdo del pago del dinero de sangre y puede salir del país si lo desea, según el ministro de justicia de Punjab.

El caso de Raymond Davis ha aumentado el sentimiento antinorteamericano en Pakistán, y no solo entre los más radicales, sino también entre la población en general.

Para agravar el caso, un coche de la Embajada de Estados Unidos, que se apresuró a ayudar a Davis tras el incidente, atropelló y mató a una tercera persona.

Después, una de las viudas de las víctimas se suicidó dejando una nota en la que decía que temía que la muerte de su esposo no recibiría justicia.

Varios medios de comunicación paquistaníes citados por Reuters sugieren que los dos hombres asesinados trabajaban para los servicios secretos de Islamabad.

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