¡Parad la guerra!

Hace 40 años, decenas de miles de personas recorrieron el mismo camino: desde el monumento a Lincoln hasta el Pentágono, cruzando el Memorial Bridge sobre el Potomac. Entonces, la furia se expresaba contra la guerra de Vietnam. Ayer, los gritos de protestan eran contra la sangría de Irak, que también divide al país. Cuando se creía que había llegado la primavera, los miles de manifestantes de Washington se enfrentaron a uno de los días más fríos del todavía invierno. Gritaban su rabia con los pies congelados sobre el hielo caído el día anterior. "¡EEUU fuera de Irak, ya!"; "Guerra ilegal"; "Parad la guerra en Irak".

Con cientos de vuelos cancelados y pésimas condiciones en las carreteras, los organizadores garantizaban aun así la presencia de miles de personas, hasta 30.000. A media tarde, poco más de unos miles se concentraban ante el Pentágono. Anne Goldfarb condujo más de 15 horas desde Atlanta para estar presente en la protesta que marca el cuarto año del inicio de la invasión de Irak y la entrada en un quinto año de conflicto que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas. "Sólo quiero aportar mi granito de arena, sólo quiero la paz", declaraba solemne esta mujer de mediana edad.

A primera hora de la mañana, la manifestación iniciada en el monumento a los Veteranos de Vietnam concentraba toda la atención. Frente a los que protestaban contra la guerra se situaban ex combatientes de Vietnam que declararon que no permitirían que se profanase el lugar. "Defendemos su derecho a decir lo que piensan", declaraba Ben Healy: "Tienen libertad de expresión. Nosotros

les dimos ese derecho luchando y muriendo por él".

No hubo incidentes. Los defensores de la guerra establecieron su territorio y los opositores aseguraron que no estaba en su intención ofender a nadie. "Apoyamos a las tropas, pero creemos que luchan una guerra equivocada", manifestaba Lonnie Durant. Si en el año 1967, más de 600 personas eran detenidas en la manifestación que congregó a más de 50.000 contra Vietnam, el viernes por la noche, más de 200 personas eran detenidas frente a la Casa Blanca (la ley permite concentrarse pero impide a los manifestantes en cualquier protesta detenerse delante de la residencia presidencial).

En el podio de la protesta estaba Carlos Arredondo, quien situó junto a él las botas de su hijo caído en Irak en 2004. También estaba Celeste Zappala, cuyo hijo se incluye entre las más de 3.200 bajas que ya cuenta el Ejército de EE UU en Irak.

Además, hubo protestas en otras ciudades norteamericanas y en muchas capitales del mundo, según informa France Presse. Así, 3.000 personas se manifestaron en Estambul en dos marchas distintas. En Atenas, unas 1.000 personas recorrieron las principales calles de la capital griega coreando consignas como "Americanos fuera de Irak" y "Bush, el mayor terrorista". En Sidney (Australia), en Conpenhague, Praga y otras capitales se exigió el fin de la guerra.

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