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Reportaje:

El Parlamento de Brasil 'confina' a la prensa

El nuevo presidente de la Cámara reubica a los periodistas en un nuevo espacio, más alejado de los diputados y de la actividad parlamentaria cotidiana

El nuevo presidente del Parlamento brasileño, Arlindo Chinaglia, del Partido de los Trabajadores (PT), al que también pertenece el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha decidido acabar con una tradición de más de 30 años, según la cual los más de 200 periodistas de todos los medios que cubren a diario la actividad del Congreso puedan ubicarse en un lugar privilegiado, con acceso directo a los diputados y senadores y a la sala del plenario. Se trata de un espacio amplio, en el moderno y futurista edificio creado por el arquitecto Oscar Niemeyer, que en diciembre cumplirá 100 años. En ese recinto, el presidente Chinaglia quiere instalar a su propio gabinete, dejando para los periodistas un lugar más pequeño y sin acceso directo a los diputados.

Según los periodistas de O Globo Maria Lina y Gerson Camarotti, que suelen cubrir la información del Parlamento, lo que pretende Chinaglia es liberarse del asedio cotidiano de la prensa, que suele salirle al paso cuando entra cada día en el Salón Verde del plenario.

Cuando, hace 30 años, se destinó ese espacio a los periodistas se pretendía, precisamente, ofrecer a los diputados la posibilidad de conversar con los informadores, según ha explicado Marcio Maciel, entonces presidente de la Cámara. Era un lugar histórico.

Ahora, la presidencia de la Cámara asegura que el cambio se ha basado en dos motivos, aunque los interesados los rechazan. El primero es que, en su proyecto original, Niemeyer había planeado que ese espacio lo ocupara el gabinete de la Presidencia. Pero el anciano arquitecto lo niega: "No he sido consultado. Es la primera vez que escucho esos cambios", dijo a O Globo. El segundo es que se necesita un lugar para ubicar al nuevo Partido Socialismo y Libertad (PSOL), nacido de una disidencia del PT, algo que la propia formación política ha desmentido. "No nos pongan como excusa", ha pedido uno de sus diputados y dirigente del partido, Chico Alencar.

Hace tiempo que Chinaglia ya trataba de evitar que los periodistas pudieran entrar en la Intranet parlamentaria, una página interna en la que aparecen las decisiones administrativas del Congreso, aunque una revuelta de los periodistas le hizo desistir.

Lo cierto es que el PT siempre ha mostrado una cierta alergia a la excesiva presencia de los periodistas en el Parlamento. Recientemente, envió una circular a los nuevos diputados del partido en la que se aconsejaba evitar largas conversaciones con los periodistas. Tal vez porque algunos dirigentes del PT aún no se han recuperado del daño que les causaron las informaciones publicadas por los medios de comunicación en 2005, cuando explotó el escándalo de la corrupción en el seno del partido. Desde entonces, ha habido varias tentativas ?siempre frustradas por la fuerza democrática de los medios de comunicación de este país? de limitar el derecho a la información. Descontento con el contenido que ofrecen los canales de televisión privados, Lula ha decidido, por ejemplo, crear una televisión pública nacional que ofrezca una información positiva de los actos de su Gobierno, a su parecer poco alabados por los demás medios.

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De hecho, Lula reconoció recientemente que está cansado de abrir los periódicos y la televisión y ver y leer sólo cosas negativas sobre su gestión.

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