Polonia levanta el veto para que la UE negocie un acuerdo con Rusia
El nuevo pacto es de capital importancia para la Unión por su dependencia energética
Polonia ha mostrado su disposición a levantar el veto para que la Unión Europea pueda negociar la renovación del Acuerdo de Asociación y Cooperación (AAC) con Rusia. El cambio de posición se formalizó en la reunión de embajadores de la UE el pasado miércoles, según fuentes diplomáticas. Lituania, el otro país que mantiene el veto, también está dispuesto a retirarlo, pero ha pedido más tiempo para resolver sus litigios con Rusia tras la interrupción de suministro de petróleo a través del oleoducto ruso Druzhba (Amistad). La renovación del acuerdo es de capital importancia para la Unión, sobre todo por su creciente dependencia en materia energética.
Rusia proporciona el 43% de las importaciones de gas de la UE
El acuerdo AAC entre la UE y Rusia entró en vigor en 1997 y fue establecido por un periodo de 10 años, prorrogado automáticamente cada año. El acuerdo pretende la promoción internacional de la paz y la seguridad y el apoyo de las normas democráticas y las libertades políticas y económicas. Su contenido abarca un amplio campo de aspectos como el diálogo político, el comercio de bienes y servicios, la inversión empresarial y la cooperación financiera. Rusia proporciona el 43% de las importaciones de gas de la UE, el 33% de las de petróleo y el 35% del uranio enriquecido.
Los embajadores acordaron también una declaración sobre seguridad energética señalando que el nuevo acuerdo UE-Rusia "consagrará los principios de la Carta de la Energía" que Rusia debe ratificar. La Carta establece las reglas que regulan las inversiones mutuas y garantías de suministro en materia de energía.
Las negociaciones para la sustitución del acuerdo por otro mucho más ambicioso fueron suspendidas en noviembre de 2006 por el veto de Polonia, al que después se sumó Lituania. El Gobierno de Varsovia respondía así a la prohibición de importaciones de carne y productos agrícolas polacos, decretado en noviembre de 2005 por parte de Moscú, que esgrimió problemas sanitarios. El valor conjunto de estas exportaciones no supera los 300 millones de euros anuales.
Con la llegada del nuevo Gobierno polaco de Donald Tusk, a finales del pasado año, el clima de relaciones con Rusia mejoró sustancialmente. Moscú levantó la prohibición de importaciones de carne polaca y ha mostrado su disposición a hacer lo mismo con los productos agrícolas los próximos días.
Lituania también mostró su disposición a levantar el veto al inicio de unas negociaciones vitales para la UE, pero "pidió más tiempo". El Gobierno de Vilna desea asegurarse cuanto antes el suministro de petróleo por parte de Rusia. El conflicto se generó en julio de 2006, cuando Transneft, el monopolio que gestiona los oleoductos de Rusia, cortó el suministro de Druzhba a la refinería lituana de Mazeikiu. A mediados del año pasado, Transneft anunció que las reparaciones se prolongarían hasta 2009.
El marco de "las relaciones globales de la UE con Rusia se analizará en la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE que se celebrará en Brdo [Eslovenia] los próximos 28 y 29 de marzo", según fuentes de la presidencia eslovena. El asunto se tratará formalmente en el Consejo de Exteriores de finales de abril en Luxemburgo y se espera alcanzar un acuerdo en la cumbre UE-Rusia de mediados de junio en Siberia.
Las relaciones entre Rusia y la UE se han visto salpicadas últimamente por numerosos conflictos (rechazo a la independencia de Kosovo, crisis con el Reino Unido por la denegación de extradición del presunto asesino de Alexander Litvinenko, delimitación de fronteras y las negociaciones para acceso a la OMC, entre otros).
