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Portugal teme una cohabitación aún más difícil

El conservador Cavaco encabeza los sondeos para las presidenciales

Las diferencias políticas y de talante entre el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva (conservador) y el Gobierno socialista de José Sócrates se acentuarán a partir del domingo si, como indican las encuestas, el jefe de Estado en funciones resulta reelegido en los comicios presidenciales con más del 50% de los votos, lo que haría innecesaria una segunda vuelta. Un eventual segundo mandato de Cavaco pondrá a prueba la difícil cohabitación entre los dos poderes, en un nuevo contexto de grave crisis económica. La agresividad de algunos mensajes durante la campaña entre la candidatura cavaquista y la del candidato socialista, Manuel Alegre, vaticina un escenario de mayor confrontación.

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Cavaco reitera en todos sus discursos que la situación "es seria y preocupante", y, consciente de que el Gobierno de Sócrates está debilitado por la crisis y la falta de una mayoría parlamentaria, ha advertido del riesgo de que el país entre en una crisis política seria después de las elecciones. La respuesta del Gobierno fue rápida y contundente. Por boca de una de las lenguas más afiladas, la de Augusto Santos Silva, ministro de Defensa, que en un mitin de Alegre dijo que Cavaco "no debe meterse donde no le llaman" ni "definir el rumbo de las políticas públicas".

Otro destacado socialista, Alberto Martins, ministro de Justicia, advirtió: "Queremos un presidente que presida, pero que no quiera ser jefe de una facción. Queremos un presidente imparcial, garante de la estabilidad nacional". Cavaco, fiel al principio de que la mejor defensa es el ataque, ha anunciado que si gana las elecciones, ejercerá "una presidencia activa" para "llevar a Portugal por el buen camino". No ha desvelado detalles de esa "presidencia activa", pero algunas voces empiezan a pensar que Cavaco puede tener en mente una disolución del Parlamento, a corto o medio plazo, si la crisis económica se agrava y contamina seriamente el ambiente político. El presidente está facultado para ello. El martes, el candidato a la reelección habló ante 1.200 seguidores en Coimbra, y describió en estos términos el papel del jefe del Estado: "Representa a la República, es el garante de las instituciones, el elemento moderador y apaciguador de conflictos, y la reserva de última instancia en caso de crisis grave". Siempre imparcial y equidistante entre el Gobierno y la oposición, y respetuoso con el equilibrio de poderes, añadió.

El presidente fiscaliza las leyes aprobadas por el Parlamento y los decretos-ley del Gobierno, y es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Cavaco ha vetado un buen número de proyectos de ley promovidos por el Gobierno socialista, relativos al divorcio, la paridad hombre-mujer o las parejas de hecho, entre otros. "El presidente no tiene poderes para hacer todo, pero tiene poderes suficientes para arruinarlo todo", dijo en un doble mensaje a los socialistas un orador que precedió al presidente en Coimbra.

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El primer ministro, José Sócrates (en segundo término), junto al presidente de Portugal, Aníbal Cavaco.
El primer ministro, José Sócrates (en segundo término), junto al presidente de Portugal, Aníbal Cavaco.AP

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