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Reportaje:Cumbre del G 8

Promesas rotas para África

Las ONG critican el incumplimiento por los países ricos de los compromisos de 2005

La canciller alemana, Angela Merkel, ha situado el futuro del continente africano entre las prioridades de la agenda de los líderes del G 8 que la semana que viene se reunirán en la ciudad báltica germana de Heiligendamm. De nuevo. Lo mismo hizo Blair hace dos años en Gleneagles, en el cónclave que prometía acabar con la pobreza en el mundo y desde entonces, según las ONG, los países ricos no han cumplido gran parte de las promesas de ayuda al continente que, a bombo y platillo, anunciaron al término de la cumbre.

Ayer mismo, la ONG con sede en Suráfrica Action Aid cifró en 6.000 millones de euros la ayuda que los países del G 8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Rusia) se comprometieron a dar en 2006 y no lo han hecho. "En 2005, hubo un llamamiento masivo para poner fin a la pobreza, pero el G 8 no ha hecho más que estafar al público y faltar a su palabra en África", declaró ayer en Londres Collins Malagasi, uno de los responsables de Action Aid.

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Oxfam International calcula que en total, los países industrializados dejarán de pagar 30.000 millones de dólares de los prometidos en Gleneagles. "Se han conseguido avances reales en determinadas áreas, pero el progreso en los dos últimos años ha sido mucho menor de lo prometido. Los países del G 8 deben cumplir las promesas que hicieron al mundo", indica la organización humanitaria en el informe titulado "las promesas rotas del G 8 se cobran millones de vidas", hecho público hace pocos días. Oxfam calcula que si se pudiera dedicar el dinero que han dejado de pagar estos países a enfermos de sida en África, se podrían salvar al menos cinco millones de vidas.

El cambio climático, el tema estrella de la cita de Heiligendamm, se cebará según diversos estudios con los países pobres, con menos infraestructuras para hacer frente al incremento de las temperaturas y a la subida de los niveles del mar. Por eso, las organizaciones humanitarias piden además que los países que más contaminan, con Estados Unidos a la cabeza, ayuden a los menos desarrollados y menos contaminadores a construir presas y otras barreras con las que protegerse de futuras catástrofes naturales derivadas del calentamiento global.

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Oxfam, que este año participará tanto en la cumbre oficial como en la alternativa a la que está prevista que acudan miles de militantes antiglobalización, colgará estos días de su página web una carta que los internautas podrán enviar a la canciller Merkel para pedirle que los países industrializados cumplan sus promesas.

Los dirigentes de los siete países más ricos del mundo más Rusia se comprometieron hace dos años a aumentar la ayuda anual a África en 2010 a 42.000 millones de euros, el doble del montante vigente hasta 2005. Los líderes también prometieron entonces condonar la deuda a 18 países pobres por valor de 40.000 millones de dólares. Gran parte de esas deudas han sido canceladas según las ONG y por ello este año los países industrializados pedirán en Heiligendamm a los países africanos que mejoren la gobernabilidad y luchen contra la corrupción en el empleo de los nuevos fondos disponibles.

Además, el Gobierno alemán anunció ayer que en la cumbre los países del G 8 propondrán un aumento de los fondos que destinan a la lucha contra el sida. "Alemania, como otros Estados del G 8 incrementará los recursos que dedica a combatir el sida", dijo en Berlín el portavoz de Merkel, Ulrich Wilhelm. Falta por ver si las renovadas promesas terminan en hechos.

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