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Putin advierte de que el escudo antimisiles de EE UU puede abrir una carrera armamentística

El presidente ruso señala que los contactos recientes con Rice no cambian la oposición de Moscú

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido que el escudo antimisiles que proyecta EEUU con bases en la República Checa y Polonia puede abrir una "carrera de armamentos". El mandatario ha añadido que los contactos recientes con Washington no han hecho cambiar de posición a Moscú.

Putin ha asegurado, durante una visita oficial a Viena, que no existe ninguna justificación para establecer ese arma defensiva. En su opinión, la justificación de que servirá para defender a Europa de los misiles iraníes no sirve porque éstos no tienen suficiente alcance.

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"Hay que tener paciencia con Rusia"

Polonia y la República Checa, dos antiguos aliados de Moscú en el Pacto de Varsovia, son los dos países elegidos por Washington para instalar elementos de ese sistema defensivo. Putin ha criticado también el establecimiento de bases militares estadounidenses en Bulgaria y Rumanía: "¿Para qué se necesita un sistema antimisiles en Polonia?", se ha preguntado.

Fracaso diplomático

El presidente ruso ha señalado que los contactos mantenidos con EEUU no han alterado la posición de Moscú contraria al paraguas defensivo, al que ha calificado de "muy perjudicial".

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La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, viajó la semana pasada a Moscú para tratar de suavizar la postura contraria de Rusia con el argumento de que el escudo estaba dirigido contra eventuales amenazas provenientes de Irán y Corea del Norte. El desarrollo de un sistema capaz de destruir los misiles atacantes en pleno vuelo, un proyecto parecido a "la guerra de las galaxias" que soñó en su día el presidente estadounidense Ronald Reagan, puede tensar aún más las relaciones con EE UU, según el Kremlin.

EE UU se retiró en 2002 del tratado ABM para la limitación de los sistemas antibalísticos que había firmado con Moscú en 1972 para tener las manos libres.

Rusia considera una "amenaza directa" para su seguridad los planes norteamericanos de desplegar en Polonia y la República Checa el sistema de antimisiles y, en respuesta, ha amenazado con suspender el tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE).

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