Miles de guerreros mai-mai se rinden a las autoridades congoleñas
Cerca de 5.000 guerreros mai-mai y unos 800 combatientes hutus se han entregado en los últimos días a las autoridades en el este de la República Democrática de Congo (antiguo Zaire), según anunció ayer el ministro del Interior, Mwenze Kongolo. El ministro aseguró que los guerrilleros "estaban cansados de vivir en la selva y querían integrarse en el Ejército", aunque admitió que algunos, los más jóvenes, de entre nueve y diez años, serán puestos bajo tutela.Entre los que se rindieron se encuentran 800 milicianos y soldados del antiguo Ejército ruandés. "Existe la posibilidad de que algunos de ellos sean llevados lejos de la frontera [con Ruanda] y sean puestos a trabajar en campos y carreteras", añadió Kongolo, que indicó que estaban estudiando la cuestión con las autoridades ruandesas.
El ministro negó informaciones recientes sobre pillaje e inseguridad en el este del país y acusó a la prensa de airear de forma sensacionalista algunos problemas en la zona. Trabajadores de organizaciones humanitarias y de organismos de derechos humanos denunciaron que entre julio y principios de septiembre han sido destruidas centenares de aldeas y han muerto unos 1.000 civiles en combates en las zonas de Masisi y Rutshuru, en la provincia de Kivu Norte.
Los combates enfrentan al Ejército del presidente congoleño, Laurent Kabila, y la población local, progresivamente desencantada con el nuevo régimen.
En Kinshasa, ocho soldados fueron condenados a muerte por un tribunal militar que les acusó de intento de sublevación. El pasado día 20 dispararon al aire durante dos horas en un campamento de la capital para reclamar el pago de sus salarios. Durante el amotinamiento fueron detenidos 50 soldados que fueron juzgados sumariamente y a puerta cerrada.
Por otra parte, el Gobierno congoleño volvió a mostrar ayer su rechazo a que la misión de la ONU encargada de investigar las matanzas de refugiados ruandeses se mueva libremente por todo el país.
