Clinton nombra al hispano Richardson embajador de EE UU en la ONU
Bill Richardson deslizó una frase en castellano al aceptar ayer el nombramiento como embajador norteamericano en la ONU en sustitución de Madeleine Albright, la futura secretaria de Estado. "A la comunidad hispana de EE UU, gracias; los representaré con orgullo", dijo el hasta ahora congresista demócrata por Nuevo México en la ceremonia celebrada en la Casa Blanca en la que Bill Clinton anunció la segunda fase de la remodelación de su Gabinete. William Daley, nuevo secretario de Comercio, sufrió un desmayo.
Tras presentar a Richardson, un hispano de 49 años, como la nueva voz de EE UU en la ONU e informar que ha pedido a Janet Reno que siga como fiscal general (ministra de Justicia), Clinton pasó a anunciar a su nuevo equipo económico, cuyas líneas generales de actuación trazó al situarle como marco la mundialización de los intercambios y darle como principal tarea una reducción del déficit público que no afecte a los incentivos a la educación que prometió durante la última campaña electoral. Clinton señaló que el abogado William Daley, hermano del alcalde demócrata de Chicago, reemplaza en la secretaría de Comercio a Mickey Kantor y que su fiel Gene Sperling asume la dirección del Consejo Económico Nacional. Robert Rubin fue confirmado como secretario del Tesoro.Daley, de 48 años, sufrió un desmayo en plena ceremonia y tuvo que ser evacuado en brazos del presidente y el vicepresidente Al Gore, pero al cabo de unos minutos regresó entre aplausos. Ni tan siquiera ese incidente hizo perder su buen humor a un Clinton que afronta su segundo mandato con los parabienes de la opinión pública. Según un sondeo difundido ayer por el diario USA Today y la cadena de televisión CNN, el 58% de los norteamericanos apoya al presidente, un 4% más que en octubre; el 67% cree que las cosas irán mejor en EE UU en los próximos cuatro años, y el 43% declara estar satisfecho con su situación personal frente al 29% de enero de 1993, el comienzo del primer mandato de Clinton.
Para sorpresa de numerosos analistas, la situación económica norteamericana sigue siendo buena y el optimismo de los ciudadanos muy generalizado, como lo reflejan las ventas espectaculares de la actual campaña de Navidad. El crecimiento se ha desacelerado en el último tramo de este año, pasando del 4'3% del segundo trimeste al 2'2% del tercer trimestre.
