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La guerra civil de Ruanda se extiende a Burundi

La cruenta guerra civil de Ruanda, en donde se cifran en decenas de miles los muertos a causa de los enfrentamientos entre hutus y tutsis, parecía haberse extendido ayer al vecino Burundi, cuyo presidente fue asesinado el miércoles junto con el de Ruanda. Unos 570 refugiados burundeses llegaron ayer a Tanzania huyendo de la guerra. Uno de ellos dijo que hay combates en las zonas residenciales de Bujumbura, la capital, en las que viven miembros de la mayoría hutu. La evacuación de extranjeros continuó ayer en Ruanda. El jefe de los cascos azules belgas en el país centroafricano, el coronel Luc Marchal, anunció un alto el fuego desde la mañana de ayer entre las tropas gubernamentales y las rebeldes del Frente Patriótico de Ruanda (FPR). Pero la Cruz Roja asegura que los alrededores de Kigali se encuentran sometidos a un intenso fuego de artillería pesada.

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Los ataques en los barrios residenciales de Bujumbura son la primera prueba de una reanudación de la violencia en Burundi. Un estudiante que formaba parte del grupo de refugiados burundeses denunció al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en la ciudad tanzana de Kibondo que se vio forzado a huir para evitar ser asesinado por un ejército de estudiantes hutus.Los extranjeros residentes en Ruanda continuaron ayer huyendo del país bien por avión o por sus propios medios. Fuentes del Ministerio de Exteriores francés aseguraron ayer que la práctica totalidad de los 600 franceses residentes en Ruanda han sido evacuados.

Bélgica, antiguo poder colonial en Ruanda, recibió ayer autorización del gobierno provisional ruandés para que ocho aviones C-130, con 800 paracaidistas y material pesado, tomaran tierra en Kigali. Los aviones belgas no pudieron aterrizar el sábado porque tropas ruandesas lo impidieron. La Cruz Roja belga fletó anoche un avión con material quirúrgico y sangre que viajaba anoche hacia Ruanda. Unos 1.500 belgas residen en Ruanda. Tres de ellos fueron asesinados el jueves, y otros diez cascos azules belgas que murieron acribillados cuando protegían en vano a la primera ministra de Ruanda, Agathe Uwilingiyimnan, llegaron ayer a Nairobi en el primer vuelo belga que salió de Kigali.

El ministro belga de Exteriores, Willy Claes, dijo ayer que su país no tiene la intención de intervenir militarmente en Ruanda. Sólo desea colaborar en la operación de rescate con Francia y Estados Unidos.

De los 300 residentes alemanes, 100 están ya en Burundi, y el resto será evacuado por Bélgica y Francia. Los residentes italianos suman unos 190, y el Gobierno ha enviado tres aviones para evacuarlos.

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