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Radio Caracas TV pide ayuda en Washington para seguir emitiendo

El presidente Chávez no renovará la licencia de una televisión que tilda de "canal fascista"

Antonio Caño

Marcel Granier, presidente de Radio Caracas TV, el canal que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha amenazado con cerrar en los próximos días, pidió ayer en Washington el apoyo de los Gobiernos democráticos, de los organismos internacionales y de las instituciones relacionadas con la libertad de prensa y los derechos humanos para mantener las emisiones de la televisión de mayor audiencia en su país, aunque crítica con el régimen vigente.

"Intentamos que el mundo democrático comprenda que hay que decirle a Chávez basta ya, basta de amenazas, de presiones", declaró Granier en una entrevista. El presidente de Radio Caracas TV se encuentra en la capital estadounidense en busca de respaldo para la supervivencia de su empresa, a la que Chávez ha amenazado con no renovar la licencia de emisión que vence el 27 de mayo.

Según Granier, la retirada de la licencia constituye una ilegalidad porque su canal puede seguir operando hasta 2022 de acuerdo con la Ley de Telecomunicación venezolana, por lo que ha solicitado el amparo del Tribunal Supremo de Venezuela y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Para Granier, el cierre de su canal "es una intervención puramente política destinada a que no haya opinión disidente en Venezuela". Las amenazas públicas de Chávez contra Radio Caracas TV, a la que habitualmente se refiere como "canal fascista" o "golpista", se remontan a mediados del año pasado y no han cesado hasta la fecha. El mes pasado, Chávez advirtió de que "ningún poder público" impedirá el cierre del canal crítico. Asimismo, ha anunciado que Venezuela se retirará de la OEA si ese organismo se pronuncia en contra del Gobierno sobre este asunto.

Marcel Granier confía todavía en que una declaración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos antes del día 27 impida el cierre de su emisora. Otras fuentes informadas en Washington no son, sin embargo, tan optimistas. Venezuela, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria del Consejo Permanente de la OEA, está desarrollando una intensa actividad sobre el resto de los miembros de la organización -con muchos de los cuales tiene abiertas importantes vías de crédito- para impedir un pronunciamiento en contra de Chávez por el asunto de Radio Caracas y de la situación de la libertad de prensa en Venezuela.

Granier se reunió el martes con el equipo directivo de Freedom House, una organización privada que revisa la libertad de información en todo el mundo. Este grupo acaba de hacer público su último informe anual, en el que Venezuela es citada como uno de los países que ha sufrido un deterioro más dramático de las condiciones de libertad de prensa. Venezuela pasa de la condición de "prensa parcialmente libre" que tenía en 2006 a la de "sin libertad de prensa", que tiene en la actualidad.

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En penúltimo lugar

En ese informe, Venezuela aparece en el penúltimo lugar de América Latina en cuanto al respeto de la libertad de información, seguida sólo por Cuba, y con la misma valoración que Chad. "Entre otras acciones, el Gobierno [de Venezuela] ha puesto en marcha leyes para prohibir la difusión de ciertos materiales, intimida y niega el acceso a la información a los medios privados, intenta silenciar las publicaciones de oposición y amenaza a periodistas empleados por esos medios", denuncia el texto.

Durante su visita a Washington, Granier ha trasladado esa situación a representantes del Congreso y de los medios de comunicación estadounidenses, y ha prometido hacer todo lo que esté en su mano para que Radio Caracas TV siga emitiendo después del día 27.

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